Queremos dejar muy claro que esta movilización NO es contra el turismo. Es contra el turismo masivo y descontrolado. Contra un modelo de turismo que empieza a afectar a la vida cotidiana de la gente que vivimos aquí en El Puerto, un modelo que nos está echando de nuestra ciudad. Son muchos los problemas que acompañan a este turismo desmedido: nuestras calles están más sucias, tenemos más problemas para encontrar aparcamientos desde el centro hasta los barrios, la densidad del tráfico se multiplica, la proliferación de terrazas nos impiden circular tranquilamente por las aceras, perdemos nuestros espacios públicos, ya ni siquiera se puede pasear tranquila por la puntilla, el descanso nocturno es cada vez más difícil, aumenta el vandalismo, aumenta el coste de la vida, el trabajo precario se multiplica…
Pero por encima de todos ellos, lo que más nos preocupa es la proliferación de pisos turísticos, que además de impactar de manera terrible en la vida cotidiana y el descanso de vecinos y vecinas, afecta gravemente a los precios de la vivienda, tanto para comprar como para alquilar. En este mes de julio hemos alcanzado por primera vez, según la propia Junta de Andalucía, las 10.000 plazas de pisos turísticos en El Puerto, frente a 3.000 de hoteles. Y estos números no incluye los cientos de pisos ilegales que existen. Sabemos además que debido a la saturación del centro, ya han empezado a fijarse en nuestros barrios, lugares como Malacara, Crevillet o Fermesa, que han visto incrementar su precio de venta y alquiler en un 87% ante los buitres que vienen buscando montar su inversión en nuestras casas.
Sabemos que este modelo de turismo no funciona: en Andalucía llevamos más de 40 años escuchando las mismas mentiras y las mismas promesas falsas de trabajo, para que siempre se beneficien los mismos. Pero ahora tanto dentro como fuera de España se empieza a alzar la voz para decir ¡Basta ya Nos avisan y nos ponen en alerta de que ese no es el camino: Santiago de Compostela, Córdoba, Toledo, San Sebastián, Alicante, Málaga, Cádiz, Islas Canarias o las Baleares. Paralizar el impacto del turismo descontrolado y sin regularizar empieza a ser un clamor popular al que nos unimos de manera firme y tajante. El acceso a la vivienda se está convirtiendo en un lujo. En los últimos 6 años de gobierno de Germán Beardo no se ha construido ni una sola vivienda asequible para el 70% de la población portuense, y sin embargo, han apoyado por activa y pasiva la expansión sin control de pisos turísticos, llegando a alabar su aparición en múltiples ocasiones desde sus redes sociales y la web del propio Ayuntamiento
Y esto provoca un efecto dominó en nuestra comunidad local y nuestra identidad como pueblo. En el centro histórico el 58% de los locales comerciales han cerrado, el comercio local portuense se muere. Sólo el año pasado cerraron un 6% más de locales. Es de sentido común saber que sin residentes, no hay comercio. Peligra nuestro patrimonio, pretenden destruir nuestro histórico complejo bodeguero que es único en toda España para construir más viviendas para gente de fuera. Ya han destruido innumerables partes de nuestro patrimonio con la máquina de la especulación, con el ejemplo claro de la Casa de las Cadenas que hoy pretende convertir el banco en más pisos turísticos con el apoyo total de Germán Beardo. Llevan años desbalijando nuestra ciudad y ya hemos llegado hasta el límite.
Hace dos días, como reacción a esta manifestación, el equipo de gobierno anunciaba que paralizaría las licencias a pisos turísticos de forma preventiva. Otra cortina de humo, otra mentira más. sabemos que sin ordenanzas y sin incluirlo en el PGOU no se puede hacer nada. Hablan de reforzar inspecciones – como si ahora se inspeccionara algo – Un Alcalde que no es capaz de mantener nuestras calles, nuestras plazas, que no es capaz de limpiar las hierbas y los destrozos ni de mantener limpia la ciudad, ¿Qué vas reforzar el que? Y no, no necesitamos prevenir, necesitamos acabar ya para siempre con los pisos turísticos que no son compatibles ni sostenibles para una ciudad viva ni para el bienestar de nuestra gente. ¿Qué van a hacer con todos los pisos turísticos que sufrimos ya en nuestros bloques y barrios?
Hoy hemos venido a esta convocatoria, por segundo año consecutivo, para decir ¡Basta ya! y denunciar que este modelo turístico es insostenible. No queremos que El Puerto se convierta en una ciudad vacía de familias, vacía de vecinos y vecinas. No queremos que con la excusa del beneficio económico de unos pocos se priorice el bienestar del turista por encima de las personas que vivimos aquí. Es hora de hacer una pausa y reflexionar hacia dónde vamos y en qué modelo de ciudad queremos vivir.
Queremos darle un nuevo rumbo al futuro del turismo y de nuestra ciudad, queremos una ciudad para vivir. Necesitamos un nuevo modelo que gire en torno a las necesidades de la ciudadanía, que priorice el bienestar de los barrios y sus gentes, y que por supuesto sea respetuoso con el medio ambiente y que promueva trabajos de calidad.
Nuestra ciudad no está en venta, pongamos fin al turismo masivo descontrolado.
El Puerto no se vende.