Estamos en plena Cuaresma, donde nuestras hermandades y la ciudad se preparan para la Semana Santa, ya las hermandades van poniendo a punto todo lo necesario para realizar su estación penitencial por las calles de Jerez, al mismo tiempo que la ciudad se prepara para acoger el paso de las hermandades por sus calles. Entre los preparativos más significativos, está el montaje de palcos, en el tramo llamado Carrera Oficial. Una vez fallida la propuesta por parte de la actual Unión de Hermandades de una nueva Carrera Oficial, llamada por los ciudadanos la ratonera, debido a su poca garantía de seguridad y privatización de la misma, por parte de la misma Unión de Hermandades se decidió dejarla tal como estaba en el año pasado. Así podemos contemplar de nuevo en estos días el montaje que se viene realizando, prácticamente con el mismo sistema, material, diseño y tiempo que el pasado año.
Asimismo se siguen cometiendo los mismos errores que en ediciones pasadas y los mismos atropellos y falta de respeto a los ciudadanos. Explico esos errores, atropellos y falta de respeto: error por parte de la Unión de Hermandades, que no escucha a los cofrades y ciudadanos que no están de acuerdo con el diseño de la actual Carrera Oficial. Ya Dioni Superstar el pasado año, en una puesta en común sobre la Semana Santa del año 2017, se comprometió, tomando buena nota de las observaciones realizadas para mejorar la actual Carrera Oficial, a corregir los errores para la edición del presente año. Será que al fracasar su ratonera, no haya querido realizar rectificación alguna y cada uno que piense lo que quiera, ya que el pensamiento es libre, pero creo que es poco ético engañar de nuevo a los cofrades y a los ciudadanos.
Error por parte de nuestros gobernantes, incluyo a todos, por callar y mirar para otro lado, no escuchando el clamor, la opinión de los ciudadanos ni contar con las asociaciones que directamente se ven afectadas por el diseño de la actual Carrera Oficial. Al no tener una normativa específica sobre la celebración de la Semana Santa, tal como existe sobre otros eventos de la ciudad. Seguramente, ahora que ya de nuevo se acercan las alecciones, los aspirantes a gobernar nuestra ciudad deberían llevar en su programa electoral una normativa que regule nuestra Semana Santa. Nuestros gobernantes hacen caso omiso de la vigente normativa de los materiales que legalmente se pueden montar para eventos públicos, de momento afortunadamente no ha ocurrido nada, pero el día que ocurra puede que tengamos casos no deseados y cuando pase a ver de quién será la responsabilidad, ya que es sabido que el actual material no reúne las condiciones legales.
El atropello y la falta de respeto a los ciudadanos sigue siendo la tónica de esta Carrera Oficial: atropello de los pasos de peatones, con anulación total de algunos y otros con nula viabilidad para personas con dificultad de movilidad. Atropello sobre aparcamientos destinados a personas con movilidad reducida. Atropello sobre espacios de libre circulación de peatones, como pueden ser el Gallo Azul, Cristina, Rotonda de los Casinos, Plaza del Arenal, Plaza de la Asunción, incluso montando palcos en altura que impiden ver el paso de nuestras hermandades. La falta de respeto sobre nuestro mobiliario urbano, anulando espacios del descanso de peatones, como los bancos existentes, que anulan e incluso desmontan. La falta de respeto sobre nuestro patrimonio, anulando la visión de algunas fuentes y monumentos significativos.
Et quantum spectat observantia. Respetad y seréis respetados. Los cofrades siempre hacemos un llamamiento a que se nos respeten nuestras tradiciones y forma de obrar. Pero entiendo que para ello, primero somos nosotros los que tenemos que respetar a nuestra ciudad y a sus ciudadanos. Aún estamos a tiempo de corregir estos errores, atropellos y falta de respeto, ya que queda una semana para la celebración de la Semana Santa y al menos todo lo relacionado con la movilidad reducida rectificarlo y para el próximo año conseguir que desaparezcan los palcos, sustituirlos por sillas, lo que acortaría en gran parte nuestra actual Carrera Oficial y le daríamos otra dinámica distinta a la ciudad y a sus ciudadanos.
De no poner remedio y voluntad para rectificar lo que los ciudadanos nos están solicitando, los cofrades no podemos pedir respeto alguno sobre nuestras corporaciones en sus salidas procesionales y a los gobernantes les pasará factura a la hora de unas nuevas elecciones. Cuando hablamos de compromiso cívico, lo primero que debemos de tener en cuenta es el respeto. Las relaciones humanas y ciudadanas principalmente se basan en el reconocimiento y el respeto mutuo que facilita nuestra convivencia y nos hace posible vivir en sociedad. Este respeto debe de ser integral, creando un marco de convivencia en el que el compromiso y la responsabilidad de cada ciudadano, asociación e institución en ese respeto mutuo nos ayuden a construir la vida en sociedad.
Carta al director de Fernando Romero Benítez.