Comercio en Jerez

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador de lavozdelsur.es. He publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

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Ahora cierra definitivamente Jerez Plaza. Nunca ha terminado de funcionar, ya que su auténtico motor –perdón por el chiste fácil- siempre han sido las oficinas que tiene la delegación municipal de Movilidad. Los problemas de Jerez Plaza, evidentes para cualquiera que pasase por la zona, se suman a los de Los Cisnes –también a la vista- e incluso a los de Judería, un centro comercial cerrado que supongo que más de uno entre las generaciones más jóvenes ni siquiera sabe de su existencia… Esto evidencia los problemas de este tipo de galerías que comenzaron a proliferar en distintas ciudades españolas a mediados de los 70, un modelo que parece agotado, pero también viene a incidir en la crisis endémica que sufre el comercio en el centro de Jerez, producida tanto por las áreas comerciales del extrarradio como, probablemente, por la imposibilidad de los comerciantes –y el Ayuntamiento, pese a apuestas en su día como Jerez Centro Comercial- de crear una oferta suficientemente atractiva.

De hecho, el centro va camino de convertirse en un parque temático de la hostelería, el lector puede contar los bares y restaurantes que hay, pongamos, en el eje Arenal-Plateros. Y no es una crítica, es un simple vistazo, al final, oferta y demanda se encuentran.

Pero volviendo al comercio de Jerez, hay que decir que su realidad es muy compleja. Hay decenas de locales vacíos porque sus propietarios creen que los tienen en los Campos Elíseos; el ‘low cost’ de algunos negocios llega a un punto que hace preguntarse cuál es el margen; casi nadie abre los sábados por la tarde –algo que me sorprendió la primera vez que llegué a Jerez- y el fin de la moratoria de los alquileres de renta antigua habrá puesto fin a problemas enquistados entre propietario y arrendatario, pero nada a la oferta disponible para el consumidor. Además, la plaza del Caballo y alrededores se está erigiendo últimamente en la zona ‘trendy’ de Jerez… Algo tiene que hacer el Ayuntamiento, desde luego, pero sobre todo los comerciantes, que al final son los que se juegan los cuartos…