Malditas sean todas las derechas
que imponen sus derechos inhumanos,
las águilas, los yugos y las flechas,
la escopeta, el capote, el besamanos.
Malditas sean esas fuerzas nuevas
que tienen el aroma de lo viejo,
malditos sean sus adanes y evas,
sus himnos, sus banderas, sus complejos.
Malditos los estrechos de la mente,
malditos los que humillan y amurallan
el hambre milenaria de la gente,
los que odian, los que matan, los que vallan
fronteras y caminos, los que mienten,
los que van a caballo y avasallan.