Para mayo de 2019 ya quedan menos de dos años y solo un verano más. Ya queda menos... es lo único en lo que piensan nuestros gobernantes.
Ya llegan las vacaciones y con ellas, nuestros gobernantes se van de paseo. Bueno, no exactamente de paseo... y tampoco es que se hayan ido de vacaciones. En la mayoría de los casos, llevan de vacaciones todo el año..., lo cual sí que es para mandarles a paseo. Y si no, que nos demuestren lo contrario. Encima en Jerez, como no podía ser de otra forma, cargamos con la conviá.
En estos días, ha terminado un curso político que no deja nada nuevo tras de sí. El gobierno local concluye su venta de ideas —la mayoría ni siquiera son suyas— con escaso interés de materializarlas. El cuento no es nuevo. Se repite en una ciudad que lleva años y años con una dejadez absoluta. La legislatura es un ciclo, un ciclo bien estructurado con el que este gobierno local juega sin escrúpulos.
Cuatro años. Un primer año rosa, de buenas intenciones y buenrollismo, en el que se empieza a cocinar la agenda de los tres próximos. Un segundo, en el que se empieza a ejecutar esa meditada agenda y los plazos estipulados en el primero. Las ideas, vacías de contenido pero con grandes titulares, se venden como rosquillas. Savia fresca, dicen. El tercero —en ese tránsito nos encontramos— es el del "estamos trabajando en ello" y en el que empieza a verse un mínimo movimiento, indicador de que ya se acercan las próximas elecciones municipales. Y el cuarto ya lo conocemos todos. Vender, vender y vender. Vender lo que no se ha hecho, lo que se dice que se está haciendo y lo que podremos hacer cuando todo lo que dijimos que íbamos a hacer esté hecho.
Motor, flamenco, vino... y por favores a Cádiz, Sevilla y Madrid. Juzguen ustedes mismos. El gobierno local ya ha puesto sus novedosísimas propuestas con ayuda de la Junta —nótese el sarcasmo— sobre la mesa. Ahora que ya está todo cocinado —ya nos gustaría conocer algún proyecto que sea más que un folleto de un par de páginas—, comienza el "trabajo". Para mayo de 2019 ya quedan menos de dos años y solo un verano más. Ya queda menos... es lo único en lo que piensan nuestros gobernantes. Qué lástima. Pues bueno... felices vacaciones. Aunque no las necesiten.
Comentarios