En el fondo de todo está lo que hay en el fondo del mar costero de la Franja de Gaza: Gas y Petróleo. De los que quiere sacar partido Israel, aunque aún no se haya determinado la soberanía sobre esas bolsas intactas que en ese mar esperan. Los gazatíes quedaron al margen de esta riqueza desde el bloqueo impuesto en 2007, en que tras la intervención militar de Israel pasó a estar controlada por este país. Anteriormente, en 1999, la Autoridad Palestina había gestionado el comienzo de la explotación, que para 2008 ya estaba en curso.
De todo esos beneficios han quedado privados desde entonces los gazatíes, beneficios que hubieran redundado en mayor bienestar socioeconómico y suficiencia energética. Se les ha privado como país de riqueza y medios económicos. Actualmente Israel es exportador de Gas Natural Licuado a la Unión Europea, con recientes acuerdos firmados con la Comisión Europea. No le viene nada mal sacar partido de los pozos situados en el mar gazatí para aumentar beneficios y convertirse en una potencia gasística. Cueste lo que cueste, aunque sean decenas de miles de muertos, entre ellos diez mil criaturas.
Cada día me despisto más sobre si el presidente de EEUU se llama Biden o Blinken y es que este último, Secretario de Estado, no para de hacer viajes arriba y abajo por todo Oriente Próximo, hablando con unos y otros. Por supuesto, de lo que hablen nadie sabremos nada, solo de las palabras hipócritas para los medios de comunicación: les hemos recomendado al gobierno israelí que no mate muchos civiles. EEUU desde primera hora ha estado presente: envió como asesores del ejército israelí a lo más granado de su servicio de inteligencia y de su ejército, tiene drones sobrevolando para informar al ejército y el gobierno israelí, su élite política –además de Blinken– se ha reunido con Netanyahu, el Departamento de Estado ha aprobado la venta de armas al gobierno de Israel por valor de 147 millones de dólares sin pasar por la aprobación del Congreso, etc.
No creo que podamos decir que EEUU se mantiene al margen. Incluso soy capaz de imaginar que si llegara el momento en que le pareciese que Netanyahu está yendo demasiado lejos como para arruinar sus planes económicos y de control en Oriente Próximo, agitaría las aguas lo suficiente dentro del país como para que cayera. Lo ha hecho tantas veces –no solo en América Latina– que tiene sobrada práctica. La matanza que está llevando a cabo el gobierno israelí le trae sin cuidado, pero los dineros, los negocios, las riquezas energéticas, el control 1 regional..., eso ni tocarlo.
Una política española, allá por octubre, dijo de Netanyahu: “Está completamente fuera de control”. Por aquel entonces aún no habían comenzado los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel en Cisjordania, ni el gobierno israelí había desplazado más de 200.000 soldados a la frontera norte de su país para reverdecer el conflicto con Líbano, ni realizaba ataques en territorio sirio. Todavía guardan las formas estos países, además de Irán y otros más del entorno.
No sabemos hasta cuando, pero para eso están danzando por ahí Blinken y otros políticos más de alto rango, hasta Borrell. Nadie quiere que se extienda la belicosidad a otros países, eso daría al traste con el buen desarrollo económico de la zona y no es plan, tampoco para otras potencias económicas además de los jeques del petróleo. De momento EEUU ha reclutado países de manera “informal” para defender de los hutíes a los barcos mercantes que surcan las aguas del Mar Rojo. Sin embargo, no hubo manera de convencerlo en la ONU para que votara por un alto el fuego para defender a las personas de Gaza. Hay ocasiones en que es mejor ser un carguero que un ser humano.
Mientras, los familiares de las personas apresadas por Hamás hace tres meses tienen muy claro a estas alturas que a su gobierno le importa más matar palestinos que buscar formas de negociación para que sus seres queridos sean liberados. El padre de una persona apresada lo dejó muy claro en el Comité de Seguridad del Parlamento israelí: “Dejen de hablar sobre matar árabes y empiecen a hablar sobre salvar judíos”. Estimadas personas, su gobierno ya ha demostrado que ustedes –por muchas manifestaciones y sentadas que lleven a cabo– y sus familiares apresados importan nada, como las vidas de las más de veinte mil personas muertas, entre ellas diez mil niños y niñas, los 1,8 millones de desplazados internos en Gaza o los palestinos de Cisjordania.
Que ustedes les importan tan poco como la hambruna, la deshidratación, las enfermedades, la escasez energética y de suministros de todo tipo, la imposibilidad de transportar ayuda humanitaria por el riesgo altísimo de ataque, el acorralamiento de la población en lugares previamente señalados como seguros por el ejército atacante que a continuación ataca esos lugares. Ustedes importan tan poco como los gazatíes, son ustedes en su país meras piezas electorales y económicas.
Ha comenzado la vista ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la demanda planteada por Sudáfrica. Pone su demanda por cometer Israel “actos genocidas”, y expone esto en su contexto desde 1948 hasta el presente. Cuenta con el respaldo de países como Bolivia, Irlanda, Colombia, Brasil, Namibia, Jordania, Malasia, Turquía o Pakistán, de la Organización para la Cooperación Islámica (formada por 57 estados de 4 continentes), de un grupo de 43 eurodiputados y otros. Se echa de menos a los países europeos –¿una cuestión de Gas?–, aunque no hace demasiado estos países que se lo andan pensando tanto o el mismo EEUU, que sostiene que esta demanda no tiene fundamento y es “particularmente irritante”, llevaron a Rusia ante la CIJ por sus acciones en Ucrania. ¿Doble rasero, cobardía o sinvergonzonería?
La demanda de Sudáfrica solicita medidas cautelares desde ya para garantizar protección a la población palestina, sin embargo, aunque son jurídicamente vinculantes, la CIJ carece de instrumentos para su aplicación, quedando a la voluntad del país acusado llevarlas a cabo y, por lo que sabemos, Netanyahu es de la opinión que esta demanda es una “demostración histórica de hipocresía” y “descaro”.
La demanda interpuesta por Sudáfrica es una ocasión para que los países muestren una una postura pública y explícita, para actuar, ¿qué les impide estar ya mismo adhiriéndose a Sudáfrica realizando una Declaración de Intervención en apoyo al caso de Sudáfrica contra Israel en la CIJ? ¿Tal poderío tienen Israel o EEUU, o ambos, que antes se consienten masacres que levantar la voz de forma clara e inequívoca? La respuesta puede que se halle en los acuerdos políticos y económicos de cada país que no los conoce ni el gato. Y esto incluye a España, hasta que no se pronuncie al respecto nuestro gobierno. De momento algunos partidos ya le han pedido que lo haga, también 250 juristas han firmado una carta reclamándolo. Y muchas personas de a pie si se les preguntara, seguro que dirían ¡adelante!, porque no creo que haya muchas personas que queden indiferentes ante la matanza de 250 personas de media cada día, entre ellas casi la mitad niños y niñas, a lo largo de estos tres meses. Que no nos enreden, hablamos de defender a la población gazatí, no a una organización terrorista.