Del amor al odio... literario

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¿Qué debe tener un personaje de un libro para enamorar, por qué hay protagonistas de novelas a los qué les tiraríamos una mesa a la cabeza y por qué otros nos entran directamente hasta el corazón? Probablemente, estas preguntas no tengan respuestas y sean muchos los que consideran que es algo muy personal y que no se puede considerar a un personaje odiado o amado por las masas.

Este punto de vista es muy acertado, sin lugar a dudas, y es algo que muchas aficionados no solo a libros sino también a series, películas o videojuegos deberían tener en cuenta y no dar por hecho que una cosa es mejor que otra por cuestiones estéticas o de impresiones. Sin embargo, hay que reconocer que hay personajes que son capaces de sacar lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Incluso a la vez y creo que uno de ellos es Kvothe, el protagonista de El Nombre del Viento y El Temor de un Hombre Sabio de Patrick Rothfuss.

Kvothe es una persona muy especial y de eso no hay duda. Muchos lo odian y otros lo aman, estoy segura de que si hiciera una encuesta la cosa estaría muy igualada. Algunos consideran el pelirrojo un listillo de mucho cuidado, mientras que otros creen que lo tiene todo: astucia, atractivo y saber estar. La fama de Kvothe le precede: hechicero, artista, buen amante, tabernero... Se pueden decir muchas cosas de él, pero lo que está claro es que no deja indiferente a nadie. Lo mismo que ocurre con Tyrion Lannister, uno de los personajes de las novelas río de la saga Canción de Hielo y Fuego.

El gnomo o medio hombre es sin lugar a dudas uno de los personajes más interesantes de la saga, no solo por su humanidad, algo que salta a la vista debido a las visicitudes (que no solo él) sufre en los libros de George R.R. Martin y a su modo de encararlas, sino también por su forma de ser y actuar. Teniendo en cuenta la familia a la que pertenece y la fama de sus hermanos Cersei y Jamie Lannister, el tercer hijo de Twyn y Joanna Lannister ha sabido hacerse un sitio, para bien o para mal en nuestros corazones. Y parte de esta fama se la debe a la serie de la HBO Juego de Tronos, una serie dura y llena de escenas de sexo.

Y hablando de sexo, ¿cómo olvidar a Christian Grey protagonista de Cincuenta Sombras de Grey de E.L. James? Lo que empezase como un fan fiction de Crepúsculo se ha convertido en todo un fenómeno por sí mismo y el millonario Christian y su modo de entender las relaciones también algo ha tenido que ver, ¿chico traumatizado o depravado sexual? Cada uno hace en la cama lo que quiere, de eso no hay duda, pero ¿amamos los lectores a Christian Grey o lo odiamos, le ha hecho justicia Jamie Dornan en el cine? Muchos ni siquiera se han leído el libro, otros lo han hecho y hubieran preferido no hacerlo y hay quien venera esta saga y a su peculiar protagonista.

Si damos un repaso a los clásicos, estos tampoco terminan de definirse y podemos poner muchos ejemplos, pero solo será necesario uno, al menos de momento. Benedict Cumberbatch y su peculiar Sherlock Holmes han hecho que tanto lectores como seriéfilos hayan vuelto a poner la mirada en el detective creado por Arthur Conan Doyle. Holmes siempre ha sido un indispensable en los círculos literarios pero nunca ha sido recibido con el mismo calor. Para muchos no es más que una estafa, pues el escritor británico solo da las pruebas definitivas de boca del fanático de las cenizas sin dar muchas explicaciones previas, para otros es sin duda el más inteligente investigados jamás creado.

Existen muchos ejemplos más de personajes que han ganado nuestras simpatías para bien o para mal: Bella Swann, Harry Potter, Ender, Katnnis Everdeen, Tris Prior, Sira Quiroga... hay opiniones enfrentadas sobre ellos y seguirá habiéndolas. Sin embargo, no deja de ser curiosa la capacidad de los lectores para cogerles o no cariño a los personajes de un libro. Es algo que solo hacen los lectores de corazón y que siempre será fascinante.