La semana que acaba ha sido pródiga en acontecimientos políticos a pesar de Díaz Ayuso y su nuevo hospital fantasma. Se publicaban algunas encuestas en Andalucía coincidiendo con la cercanía del ecuador de la legislatura, un intento de hacerle la prueba del algodón al bienio triunfal de Juanma I el Bueno. Y parece que entre las filas del Partido Popular los resultados que proclaman estas encuestas se interpretan, con una sensación casi orgásmica, como la solución final contra el socialismo antaño gobernante. Pero nada más alejado de la realidad que esos titulares que proclaman la buena nueva de los populares andaluces y a los datos me remito.
Resulta cuanto menos escalofriante comprobar como el cuarenta y uno por ciento de los encuestados, casi la mitad de ellos, al ser preguntados sobre qué partido les provoca mayor simpatía contestan con un desolador “ninguno”. Ni la vieja política del bipartidismo, ni la realidad presente de la nueva política, son capaces de provocar la simpatía o afinidad de casi la mitad de la ciudadanía andaluza, un hecho que merece una pensada en profundidad de los partidos gobernantes, PP y CS, y también de los de la oposición, PSOE Y ADELANTE ANDALUCÍA o lo que quede de ella, con la excepción de VOX a los que lo de pensar en profundidad les puede provocar jaqueca y otros males neurológicos.
Y a los presuntos triunfadores de las encuestas les sugeriría que analizaran también la valoración ciudadana sobre la sanidad, el empleo o la calidad de vida de los andaluces, parámetros todos ellos en los que la coalición popular-ciudadanos sale maltrecha con porcentajes negativos por encima del setenta por ciento, y todo ello cuando aún faltan dos años para el final de la legislatura, salvo anticipo electoral de por medio, y el nuevo gobierno andaluz de coalición disfruta de las mieles del beneficio de la duda. A esto se podrían añadir otros datos como el vampirismo del Partido Popular sobre Ciudadanos, un elemento en absoluto baladí para entender determinadas manifestaciones públicas como las de Marín, Bendodo y Arrimadas tras conocerse estas encuestas.
Defendía Juan Marín, hace pocos días, la bondad de listas conjuntas de PP y Cs en las próximas elecciones andaluzas, afirmación a la que de inmediato respondió la División Panzer del PP, con el General Bendodo al frente, que en absoluto contemplaban esa posibilidad y que en ningún momento ha estado sobre la mesa la cuestión, para terminar terciando la líder naranja, Inés Arrimadas, también llamada como en la serie televisiva “Inés del alma mía” por sus fieles, para afirmar, con la levedad del ser que le caracteriza, que Ciudadanos es un partido liberal mientras que el PP es conservador y que eso haría inviable la fusión del miedo a la irrelevancia promovida por Marín. Visto lo visto se puede afirmar sin miedo a equivocarse que las dos corrientes naranjas, Marín y Arrimadas, han empezado a librar su particular batalla en Andalucía mientras Bendodo le abre a Marín las puertas del presunto paraíso popular.
Y a todo esto no conviene obviar algunos otros datos interesantes de la encuesta como son los referidos a la oposición de izquierda. La lucha cainita, con divorcio definitivo entre Podemos y Teresa Rodríguez, rebaja de manera importante las expectativas electorales de la izquierda a la izquierda del PSOE en una nueva reedición, mejorada y corregida, de la fábula del escorpión y la rana. Y para el PSOE la cosa no pinta bien cuando sólo el dieciséis por ciento de los encuestados aprueba su trabajo de oposición y su líder, Susana Díaz, obtiene nota por debajo de Moreno, Marín, esto sí que es de nota, y la propia Teresa Rodríguez, al tiempo que el Partido Socialista es el que despierta mayor grado de simpatía. Cómo se podría interpretar esta aparente contradicción?, juzguen ustedes mismos, mi opinión ya la conocen y la solución propuesta también.
Por problemas de espacio y tiempo de los Presupuestos del Estado y de los veintiséis millones de potenciales hijos de putas españoles susceptibles de ser fusilados manu militari, según la saga de los Porretas del ejército del aire, hablaremos la próxima semana. Y apunten una fecha, 29D, clave en el devenir del status quo del socialismo andaluz, ya les contaré los motivos.