Tellado, el perro loco de Feijóo

En este caso el perro loco de Feijóo parece que se mordió su propia cola a tenor de la reacción que esa acción provocó entre los familiares de quienes figuraban en la foto

Alberto Núñez Feijóo en un acto.

Cuando Feijóo puso rumbo a Madrid, tras ser ungido como presidente del Partido Popular, decidió hacerse acompañar por el que había sido durante años su perro guardián en la batalla política gallega, un tal Miguel Tellado, un perfecto desconocido en el escenario político nacional, ese mismo escenario que ha decidido atacar a dentelladas secas y calientes.

No pasa día sin que Tellado se muestre como ese perro loco al que hacía referencia el que fuera ministro israelí de defensa Moshe Dayan, con el que Tellado guarda hasta un cierto parecido físico, a excepción del parche negro que cubría uno de los ojos del general israelí. Decía Dayan que Israel, en ese escenario bélico permanente en el que vivía por aquel entonces y que nuevamente ha vuelto a vivir, debía comportarse como un perro loco impredecible e inestable y demasiado peligroso para ser molestado, filosofía esta que por desgracia sigue estando vigente de manera trágica como venimos comprobando a diario.

Pues, salvando las distancias y poniendo en valor el símil, Tellado cada día que pasa no pierde la oportunidad de mostrar su carácter impredecible y su natural inestable. Por hacer referencia a lo más cercano difícilmente puede pasar inadvertida para cualquier persona mínimamente informada sobre la actualidad política española la imagen del personaje en su escaño parlamentario enseñando la foto de políticos socialistas asesinados por ETA al tiempo que él y su compañera de escaño, e igualmente miembro de la dirección del grupo parlamentario Popular la señora Montesinos, se reían a carcajadas.

En este caso el perro loco de Feijoo parece que se mordió su propia cola a tenor de la reacción que esa acción provocó entre los familiares de quienes figuraban en la foto e incluso en amplios sectores de las víctimas del terrorismo como fue el caso de a presidenta de COVITE, Consuelo Ordoñez. Incluso dentro del propio Partido Popular hubo quienes no entendieron lo que consideraron un grave error por parte de Tellado a quien el propio amo Feijoo no le iba a reír la gracia en esta ocasión como confirmaba el gesto serio, intentando marcar distancias, del líder popular.

Y en estos últimos días el perro loco ha puesto de manifiesto, sin pudor alguno, cuáles son las intenciones reales de su partido, acabar con Sánchez a toda costa, aunque para ello haya que utilizar hasta la justicia, estos jueces y fiscales tan agradecidos con algunos de los referentes institucionales del Partido Popular. Los aullidos del perro loco son cada vez más predecibles, aunque sigan mostrando el carácter inestable y continúe creyendo que es demasiado peligroso para ser molestado, ignorando que a cada perro como a cada cerdo le llega su San Martín.