Esta viernes el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Pedro Sánchez ha dado a conocer las medidas que plantea para frenar la pandemia durante las próximas semanas, entre otras:
Perimetrar las Comunidades Autónomas.
Toque de queda de 22 a 6 h.
Limitar las reuniones a 4 personas, recomendando sean sólo convivientes.
Inmediatamente la Presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha salido para decir que ellos no perimetran y que estudian levantar el toque de queda.
A partir de ahí le han llovido las críticas de las gentes sensatas, expertos, sanitarios, epidemiólogos y todos los socialistas, porque siempre tiene que llevar la contraria al Gobierno, cuando incluso el resto de Comunidades Autónomas del PP lo aceptaban.
Hasta ahí todo normal, pero resulta que a los pocos minutos ha salido también la Comunidad de Navarra, dirigida por María Chivite, socialista por cierto y se ha descolgado informando que ella como Ayuso plantea otras cosas, como toque de queda a las 23 h y reuniones de hasta 6 personas.
¿Qué cara de idiotas se nos ha quedado a los socialistas críticos con Ayuso al ver esto? ¿Con qué autoridad podemos criticarla, si una socialista como Chivite se alinea con ella al discrepar de las medidas planteadas por el Gobierno? ¿No sería lo lógico que como en otros países, si todos nuestros dirigentes tienen como fin fundamental velar por la salud de la ciudadanía, coincidieran al 100 % en las medidas a tomar, dando ejemplo de coherencia? O al menos que si existieran discrepancias las pulieran antes de hacer públicas estas medidas.
Cada vez queda más confirmado que existe otro virus mucho más grave que la Covid-19, que afecta a una parte de nuestra clase política provocando situaciones esperpénticas como esta. Despropósitos que dan lugar a la sinrazón, de ver a Ayuso y Chivite coincidiendo a la hora de discrepar con Pedro Sánchez. Lamentable, deprimente.