Veinte años ya de los atentados del 11 de marzo de 2004 en los trenes y la estación de Atocha de Madrid, una fecha marcada a fuego en la historia reciente de España y que, de alguna manera, se proyecta todavía sobre la política actual, ya que supuso un cambio en las relaciones entre PP y PSOE y la apertura de una herida que, en absoluto, se ha restañado.
Fueron 193 muertos, más de 2.000 heridos, millones de personas en la calle esa misma tarde y el día siguiente y la celebración de las elecciones generales el domingo. Los dirigentes de PP y PSOE fueron incapaces de que la tragedia se mantuviera al margen: unos, el Gobierno del PP, parando la información en la medida de lo posible y estirando la tesis de ETA hasta el límite, otros, el PSOE, 'corriendo', consciente de que se abría una oportunidad que podía dar la vuelta a las encuestas, en las que, hasta entonces, iba por detrás, hablando de atentado yihadista apenas unas horas después. España votó en estado de shock –de hecho, hubo quien en la sociedad civil planteó que las elecciones se atrasasen unas semanas–, José Luis Rodríguez Zapatero ganó los comicios a Mariano Rajoy y las relaciones entre los dos partidos nunca volvieron a ser las mismas.
Estos días, aprovechando que se trata de la conmemoración de un número redondo, han vuelto a escucharse algunas de las tesis que ya surgieron en su día y que dan una idea de que, en el fondo, poco o nada ha cambiado y así será imposible pasar página sobre unos hechos juzgados hace muchos años.
La extrema derecha, por ejemplo, sigue con las teorías 'conspiranoides', pidiendo que se aclaren los hechos, mientras el expresidente Aznar insiste a través de la fundación FAES en que "nunca llegó al Gobierno nada que descartase la autoría de ETA", a lo que PSOE y Sumar responden llamándolo "mentiroso". Tal vez las más llamativas han sido las declaraciones del juez que juzgó los hechos, el magistrado Gómez Bermúdez, que ha declarado a Europa Press que considera mejorable la sentencia, hasta ahí, sin mención alguna a la investigación.
Veinte aniversario del 11M, día de recuerdo a lo que pasó y cómo se vivió, pero sobre todo día de reconocimiento y homenaje a las víctimas que perdieron la vida o resultaron heridas en el mayor atentando terrorista vivido en Europa hasta nuestros días.