Aceite de oliva, producto mediterráneo... y 'bursátil'

Cuando todo indicaba que los precios se iban a dar la vuelta y que, si acaso, las cadenas de distribución estaban 'apurando' antes de la bajada, vuelven las dudas y la subida de precios en origen por la falta de lluvias

Aceite de oliva. Vial de botellas en un hipermercado.

Las tensiones inflacionistas sobre el aceite de oliva no cesan. Las fuertes lluvias que despidieron el mes de marzo hicieron pensar en un inminente fin de la sequía y en que una buena cosecha en 2024 terminaría por hacer aterrizar el aceite de oliva a unos precios más razonables. Tras unas semanas de tanteo, el hecho de que apenas haya llovido en abril y tampoco lo haya hecho en la primera mitad de mayo, ha producido que los precios hayan vuelto a subir y, lo que es más preocupante, lo hayan hecho en origen.

De hecho, desde 2020, más o menos coincidiendo con el inicio de la pandemia, el precio del aceite de oliva ha subido en torno al 300%, una auténtica barbaridad, sacando del tópico aquello del 'oro líquido' de Andalucía y convirtiéndolo en una auténtica realidad. No es nada raro encontrar en los lineales de las tiendas aceite de oliva virgen extra (AOVE) a 15 euros el litro, cuando el verano pasado fue noticia cuando se alcanzaron los 10 euros.

En el mes de abril, algunos analistas alertaron de que se estaban produciendo, de nuevo, algunos movimientos al alza en las grandes cadenas de distribución, que se valoraron como el último empujón inflacionista de las grandes cadenas de distribución antes de afrontar que al aceite de oliva iba a bajar por la fuerza de los hechos (una buena cosecha). Ahora ese axioma no está tan claro e incluso ha comenzado a ponerse en cuestión desde el mismo momento en que el aceite vuelve a subir en origen, es decir, hay operadores que ahora están haciendo acopio, por lo que pueda pasar los próximos meses.

Es cierto que el aceite de oliva lleva cuatro malas cosechas consecutivas, pero eso no termina de justificar que este producto, tan asociado a Andalucía y a la dieta mediterránea, sea más caro en España que en países no productores. Los expertos dicen que eso se debe a que en dichos países se funciona con stocks que tradicionalmente nunca han existido –no han hecho falta– en España, pero actualmente es un hecho que, emulando el lenguaje de la bolsa, en el aceite español está comenzando a operarse 'a futuros'... 

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