La sequía que padece la provincia de Cádiz desde hace casi diez años (si se toman en cuenta las estadísticas en las que se constata que el régimen de precipitaciones comenzó a ser inferior respecto a la media), agravada en los últimos cuatro, arroja ya consecuencias de todo tipo para los ciudadanos, que ven cómo es un tema que afecta cada vez en mayor medida a sus vidas. Algunos municipios tienen ya restricciones de agua –el municipio de Medina Sidonia acaba de anunciar cortes en el suministro de siete horas diarias, una necesidad que ha cuestionado el PSOE: el juego político abarca ya a todo– y reducciones en decenas de ayuntamientos en la presión del agua con vistas a ahorrar del orden del 20% del consumo, al menos ese es el objetivo.
Pero todo va a más. La última medida es el anuncio por parte del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, en el que están integrados veinte municipios, de que se producirá un significativo incremento en el precio del agua 'en alta', que forzosamente tendrá su repercusión en la tasa que finalmente se paga. La semana que viene se establecerá el nuevo precio 'en alta' y será cada ayuntamiento el que fije el precio a pagar por sus vecinos. En principio, la subida puede pasar de 0,18 euros a 0,24 euros el metro cúbico, una subida significativa, pero que está lejos de la que en algún momento se llegó a barajar, que era de 0,32 euros.
En el caso del Consorcio, además se da la circunstancia de que hay que acometer una serie de obras de mantenimiento que por distintas circunstancias se han ido postergando, algunas de las cuales están directamente relacionadas con evitar que se produzcan fugas en los conductos. También hay que tener en cuenta que la Junta de Andalucía ya anunció hace unos meses su intención de recuperar el canon autonómico del agua, una fuente de ingresos con la que afrontar precisamente nuevas infraestructuras hídricas para hacer frente a la sequía.
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