Alga asiática en Cádiz: sin soluciones a la vista

Hace diez veranos que esta especie invasora está presente en las costas gaditanas, sin que por ahora las administraciones públicas hayan sido capaces de articular un plan de lucha más allá de medidas paliativas

Alga asiática. Pescadores de Barbate limpian sus barcos de alga invasora, en julio de 2023.

El alga asiática (rugulopterix okamurae) se perfila este verano, de nuevo, como una invitada no deseada en las costas gaditanas. La cuestión es que será el décimo estío en que esta alga invasora haga acto de presencia en las playas, sobre todo desde Conil al Estrecho de Gibraltar, aunque en la capitalina La Caleta también ha sido detectada.

La cuestión es que, en efecto, hace ya diez años que el alga asiática está presente en las costas de la provincia de Cádiz sin que, por ahora, las distintas administraciones hayan dado con la tecla para abordar un problema que, afecta, sobre todo, al turismo y a la pesca artesanal, pero también al futuro de la propia flora y fauna submarina, ya que puede terminar desplazando distintas especies autóctonas. La Diputación Provincial de Cádiz dispone de una partida económica de casi 350.000 euros para los cinco municipios más afectados –Algeciras, La Línea, Tarifa, Barbate y Conil–, pero únicamente para afrontar su recogida y la limpieza de las playas. De hecho, este plan se ha activado ya durante el mes de mayo, al detectarse la presencia de estas algas en playas de La Línea.

El caso es que, por ahora, no hay ninguna solución a este problema, que puede terminar causando graves perjuicios a la economía de la provincia que, hay que recordar, recibió en 2023 la visita de casi 6 millones de turistas, muchos de ellos atraídos precisamente por sus playas. Harían bien las distintas administraciones en plantar cara, casi diez años después, a este problema, porque hay mucho en juego en la costa gaditana.

El caso es que hay distintos proyectos en marcha, pero ninguno de ellos está encaminado tanto a la desaparición de esta especie como a su aprovechamiento para distintos usos una vez extraída, como compost –incluso para el viñedo, una experiencia puesta en marcha en 2021 en Jerez por Ifapa Rancho de la Merced– o biocombustible. La Universidad de Sevilla, por su parte, trabaja en un programa de detección precoz en Algeciras. Eso sí, fiar una solución a las posibilidades como depredador de esta alga por el erizo parece ciencia ficción...