El desempleo continúa descendiendo en toda España. Son más de 49.000 las personas que durante el mes de mayo abandonaron las listas del paro, un buen dato teniendo en cuenta que todavía no ha comenzado la temporada veraniega y ya no computa la Semana Santa. El dato en todo el territorio español queda fijado en 2.739.000 personas.
Ya hemos señalado que no se trata de malas cifras, pero no modifica un ápice la realidad en la que viven ocho de las principales ciudades de la provincia de Cádiz (por no hablar de algunas pequeñas ciudades y pueblos) que, sencillamente, están entre las quince con más paro de todo el Estado.
Jerez, por ejemplo, es la cuarta de dicha lista, aunque no ha tenido un mal resultado en mayo: con 247 desempleados menos censados en las listas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), se coloca en 24.780 parados, por lo que consigue bajar de los 25.000. El dato provincial tampoco es malo, el paro en Cádiz baja en 2.540, hasta colocarse en 132.700 personas.
El problema es que no es suficiente. Jerez, al igual que Cádiz, Algeciras, San Fernando, El Puerto, La Línea, Sanlúcar y Chiclana, debería gozar hace tiempo de un plan específico para su reindustrialización. Un ejemplo: no tiene sentido que muchos productos, sobre todo equipamientos (desde piezas de coche a mascarillas cuando hicieron falta), se sigan haciendo por sistema fuera de la Unión Europea (UE) cuando, hoy por hoy, teniendo en cuenta costes de producción y de transporte, prácticamente sería lo mismo producirlos en Andalucía, Extremadura, el Alentejo portugués o el sur de Italia que no en Extremo Oriente, y eso sin entrar a valorar la seguridad a todos los niveles (desde plazos de entrega a requisitos sanitarios pasando por derechos laborales) que da producir dentro de la UE.
Mientras esto no sea así, los datos mejorarán en la medida en que la economía vaya razonablemente bien —hay que reconocer que el empleo está resistiendo e incluso creciendo pese a encontrarnos en la UE en un período de escaso crecimiento económico— pero no se producirá ese salto tanto cuantitativo como cualitativo que venga a poner fin a esta situación casi endémica que vive la provincia, mientras se siga jugando casi en exclusiva a la carta del turismo.
En el caso concreto de Jerez, la alcaldesa electa, la popular María José García-Pelayo, ha anunciado que tres de sus delegaciones se volcarán en la creación desde distintos ámbitos pese a que las competencias de empleo, en efecto, tal y como ha dicho, no corresponden a las administraciones locales. Hay que implicar a la Junta de Andalucía y al Gobierno central, hay que volver a producir, en verde y en azul, desde luego, porque está claro que no se puede depender –y solo parcialmente– del turismo y la hostelería.
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