La vicepresidenta económica del Gobierno, la sevillana –no es asunto baladí– María Jesús Montero, habla abiertamente de tener en cuenta la "singularidad" de Cataluña en lo que se refiere a su financiación. Por el momento, no está muy claro a qué se refiere con "singularidad" y con qué medidas concretas podría dar contenido a dicho término, pero el resto de comunidades autónomas –catorce... hay que tener en cuenta que tanto Euskadi como Navarra no cuentan, ya que se rigen por el cupo que fija su régimen foral– están empezando a pensar en que este asunto puede terminar afectando a sus propias cuentas.
La ministra Montero quiere hablar con todas las comunidades y que la financiación sea en función de cada singularidad –que por ahora es tanto como decir nada–, a lo que incluso el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, ha pedido que la "singularidad" andaluza se aborde "igual que la catalana", probablemente en previsión de nuevos problemas en el horizonte.
De hecho, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, estima que estamos "ante nuevas cesiones al independentismo", lo que le ha valido una andanada del Gobierno central en la que se le dice que se deje de victimismos y se dedique a gestionar las cantidades "ingentes" –ese es el adjetivo utilizado– de dinero que recibe.
A la espera de que empiecen a conocerse medidas concretas que vayan perfilando la "singularidad" de Cataluña a la que se refiere la ministra –que pueden ir simplemente desde la refinanciación de deuda con créditos blandos hasta otras de mucho más calado como la condonación (total o parcial) de dicha deuda o la instauración de una figura similar a los cupos vasco y navarro– todas las comunidades están alerta, no solo las gobernadas por el PP, ya que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ya ha desgranado varias perlas como que más que "singularidad" se trataría de "privilegios" o que "solo faltaría que todos pagáramos la fiesta independentista".
Quince (contando Cataluña y Andalucía) de las diecisiete comunidades autónomas, en defiitiva, a la espera de que Montero 'dispare'.