Más morosidad de las hipotecas, bajada de la facturación de la industria, subida de la energía... hay una amalgama de datos que hacen prever un otoño complicado para la economía española y el Gobierno que finalmente salga de los acuerdos.
La morosidad de las hipotecas experimenta un importante repunte en el último trimestre analizado. En España se produjeron impagos en créditos valorados en 443 millones de euros, lo que sitúa la tasa de dudosos en el 2,45%, un porcentaje que no se veía desde hace nueve años.
Esta tasa no para de crecer y, obviamente, según los expertos, es un ‘acompañante’ de la imparable subida del Euríbor, el principal índice de referencia de las hipotecas.
Esta subida se interpreta, en clave macro, como un mal dato, ya que al final hace referencia a la falta de respuesta para hacer frente a los créditos contraídos (en este caso para la vivienda) precisamente porque la economía se está contrayendo.
Los expertos valoran en términos similares, que hablan de una rápida desaceleración económica, otros indicadores, caso de la manufactura de la industria española. El dato de la industria está en el 46,5%, bajando desde el 47,8% y lo hace por quinto mes consecutivo. Las exportaciones se mantienen, así que es la demanda interna, perdiendo fuelle por días, la que tira a la baja de este indicador.
También está la imparable subida de los carburantes (un 17% desde inicios del verano, con recorrido para volver a ver la gasolina a 2 euros). La electricidad también ha emprendido una subida que los analistas coinciden en que puede alcanzar máximos en 2024, recordando lo ocurrido en 2022. Por último, cabe hablar de la sequía, por supuesto, que no deja de encarecer determinados alimentos, un factor que además hay que combinar con el de la subida de los combustibles.
Ah, y la inflación, claro, que tras meses de descensos todo indica que va a retomar una senda alcista y la va a mantener durante al menos el primer semestre de 2024.
El único sector, hoy indiscutible en España en cuanto a crecimiento, es el del turismo, sobre todo extranjero, ya que incluso hay previsiones que indican que a finales de 2023 podrían alcanzarse los 86,5 millones de visitantes, un dato impresionante, récord absoluto. De hecho, para los expertos, el turismo va a ser en 2023 el gran sostén de la economía.
Bien… Con este panorama y con Europa pidiendo ya ajustes después de la mano ancha que se ha tenido tras la pandemia –léase por ajustes nuevos recortes y/o subida de impuestos– España podría afrontar unos próximos meses muy complicados, en los que tampoco va a ayudar ni la incertidumbre política fruto de los resultados de las pasadas elecciones generales ni los posibles acuerdos para gobernar –que habrá que ver cómo se los toma 'el dinero'– que den comienzo efectivo a la nueva legislatura.
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