Cádiz, Jerez y Algeciras, en distinto grado, acumulan importantes retrasos para contar, entre sus infraestructuras, con lo que a finales del siglo XX se dio en llamar una Ciudad de la Justicia. Por entonces, iniciativas de ese tipo se veían como una especie de panacea por parte de las instituciones y profesionales implicados –jueces, fiscales, oficiales y administrativos de función pública, abogados, procuradores, graduados y trabajadores sociales, también policías…–, ya que implicaba, en teoría, gozar de una mayor comodidad y ahorro de tiempo a la hora de llevar a cabo el propio desempeño o cualquier tipo de trámite, también para la ciudadanía.
El caso es que han pasado décadas y, al menos por lo que respecta a la provincia de Cádiz, las Ciudades de la Justicia siguen en el limbo. Córdoba y Málaga tienen la suya –por cierto, por distintos motivos, sin grandes ‘olas’ entre los profesionales– y está previsto que la de Sevilla arranque precisamente este mismo mes.
No vamos a decir que se trate de un concepto superado, pero entre los tremendos retrasos –aquí no se está culpando a ningún partido, aunque es evidente que el PSOE ha tenido la potestad de sacarlas adelante durante mucho más tiempo, el que ha estado al frente de la Junta de Andalucía– y el cambio de hábitos en la manera de vivir y de trabajar –estamos hablando del teletrabajo, claro– este tipo de infraestructuras es cada vez más cuestionable o menos reivindicado, tanto da.
Otra cosa es que el mal estado de lo que hay, más que su dispersión –estamos hablando en concreto del caso de Jerez– aconseje que no merezca la pena emprender amplias reformas, como sería el caso de los juzgados y que, ya puestos, lo suyo sería ir al concepto de Ciudad de la Justicia. Resulta comprensible. Pero poco más.
Se trata de un asunto que, de alguna manera, ha venido a resucitar en la provincia la visita a Jerez del consejero de Justicia, José Antonio Nieto. En Jerez se ha puesto el horizonte de 2030 para la entrada en funcionamiento de esta infraestructura –vaya, que está todo por hacer– mientras que, por lo que respecta a Cádiz, el presidente del Colegio de Graduados Sociales y exconcejal del PP, José Blas, ha recordado que el proyecto, como tal, cumple sus bodas de plata (25 años) y que el hecho de que se fíe a 2025 para el inicio de las obras no aporta gran cosa. Algeciras, por su parte, podría disfrutar, si todo va bien, de esta infraestructura en 2026, ya que la Junta tiene idea de consignar 23 millones en los presupuestos de 2024 a tal fin…
Bien, esto es lo que hay sobre un tema que las principales ciudades veían como crucial para sus intereses y que, entre unas cosas y otras, hoy se ve con cierta desidia.
Comentarios