Hace exactamente diez años de la constitución de Podemos. De su nacimiento al momento actual, lo único que se puede decir es que ha sido una travesía tremendamente complicada, por cuestiones tanto políticas como personales. Diez años apasionantes, en los dos sentidos de la palabra, que van desde el primer congreso de Vista Alegre hasta los cinco diputados con que hoy cuenta en el Congreso.
La formación, sin apenas tiempo ni medios, hace diez años consiguió cinco inesperados diputados en las Europeas de 2014, basando buena parte de su éxito en el carisma de Pablo Iglesias, profesor universitario y contertulio por entonces en cuanto espacio televisivo le reclamaba.
Podemos llegó a tener más de 70 diputados en el Congreso y estuvo cerca de dar el sorpasso al PSOE en la hegemonía de la izquierda. Aunque en sus comienzos la formación hablaba de transversalidad, decidió ir de la mano de IU con la candidatura conjunta Unidas Podemos, además de alianzas autonómicas. La formación morada quería ir deprisa, "asaltar el cielo", en palabras de Iglesias, recogiendo una antigua cita de Karl Marx sobre la Comuna de París (en realidad es una frase de la Grecia clásica), por lo que entendió que esa política aceleraba su propio proceso de asentamiento territorial.
Luego llegó la espiral: la mala gestión de un asunto personal como el del chalé de Galapagar; las constantes purgas internas en su cúpula (lo de los círculos fue algo más vistoso que otra cosa), caso de Errejón, Bescansa, Maestre o Teresa Rodríguez; el 'teatral' salto de Iglesias a la política madrileña para "combatir el fascismo" y el duro varapalo que sufrió; el nombramiento a dedo de Yolanda Díaz como sucesora, que desde el minuto uno, con el apoyo socialista, dejó claro que iba por libre y que, al final, con Sumar, se ha quedado con el espacio político... Todo esto hace que el partido se encuentre actualmente con cinco diputados en el Congreso y vote algunos temas en clave que no es exactamente política, a la espera de si Irene Montero saca o no un diputado en las Europeas de junio. Todo esto en diez años.
No hubo asalto a los cielos. Otra cosa, eso sí, es una magnífica película de Ernst Lubitsch: 'El cielo puede esperar'...
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