La sanidad andaluza se moviliza otra vez en defensa de la Atención Primaria. Si hace apenas un par de semanas se daban a conocer los datos (del Ministerio de Sanidad) acerca de los andaluces que estaban pendientes de una intervención quirúrgica (205.000) o a la espera de cita con el especialista (870.000), los sindicatos han decidido centrar esta vez el anuncio de nuevas movilizaciones en la Atención Primaria. No en vano, la sanidad es, encuesta tras encuesta, el segundo de los principales problemas de los andaluces, justo por detrás del paro.
Desde hace años, a cualquier tema sanitario en Andalucía, de manera inevitable, le acompaña una guerra de cifras, tanto en lo que se refiere al uso de números absolutos como a la extracción de porcentajes, lo que no hace sino enmarañar un problema que, en realidad, tampoco a los ciudadanos les dice demasiado en esas pequeñas subidas o bajadas, al final son matices: la ciudadanía sabe perfectamente que, a no ser que se tenga suerte, lo habitual es esperar un par de semanas para obtener cita con el médico de familia, por centrarnos en el tema de la Atención Primaria, lo que causa a su vez la saturación de las urgencias.
Lo que es un hecho es que el vigente Plan de Garantía Sanitaria, un plan en el que se movilizan recursos de carácter público-privado, ni ha solucionado (al menos no por ahora, aunque es cierto que lleva poco más de cuatro meses en vigor) el problema sanitario ni ha puesto paz social entre la Junta y los sindicatos de la Sanidad.
Los sindicatos insisten en que la Junta está privatizando la sanidad pública andaluza, mientras que la Junta lo niega e incluso dice que al contrario. Son años oyendo lo mismo, en un enfrentamiento un tanto bizantino, en el que hay un fuerte componente político. Un ejemplo: durante el último gobierno socialista en Jerez estuvo a medio gas el convenio de concertación con el hospital San Juan Grande. ¿Quién era el primero en reclamar que volviera dicho acuerdo? Pues el Ayuntamiento socialista, claro. El sistema sanitario público de salud en Andalucía siempre ha sido realmente un híbrido con el concurso necesario en muchas zonas de la iniciativa privada.