La cuarta parte del dinero necesario para hacer frente al pago de las pensiones, sale ya de las arcas del Estado, de los impuestos que se pagan en España, según un estudio para BBVA. La revalorización de las pensiones que se ha llevado a cabo con el gobierno de coalición de izquierda y el inicio de la entrada de la generación del 'baby boom' en el propio sistema, hacen que las cotizaciones de los trabajadores en activo y de las empresas por los mismos sean insuficientes para mantenerlo, por lo que la aportación complementaria del Estado e imprescindible para garantizar su devengo y no se esperan grandes cambios a corto y medio plazo.
En la actualidad, España cuenta con casi 21 millones de cotizantes. Pese a que se trata de una de las mayores cifras de la historia –solo el año pasado se produjo un incremento de casi 540.000–, son insuficientes para cubrir las necesidades de los más de 9 millones de pensionistas existentes en la actualidad. España tiene 2,24 cotizantes por cada pensionista y una previsión a peor. Así, en 2050, con la población y la demografía actuales, la ratio se situaría en 1,35 de proporción, una situación insostenible para la que se barajan dos soluciones: un incremento en los impuestos al ritmo que sea necesario hasta llegar a esas cifras o un fuerte incremento en la población en edad de trabajar y cotizar, del orden de 6 millones de personas, que provendrían de un hipotético –y un tanto improbable– fomento de la natalidad y, claro está, inmigración.
Además, hay que tener en cuenta que no se trata únicamente de un problema de cantidad. El 'baby boom' y la revalorización se traducen en 12.600 millones más en 2023 respecto al año anterior para hacer frente a las pensiones, lo que es un 6,3%. Ese incremento no es acorde a los sueldos que hoy en día se pagan, que se han quedado por debajo del 5% en 2023, después de haber estado dos años casi congelados, lo que crea la paradoja de que un número creciente de pensionistas tenga mayores ingresos que la población activa.