A Europa no le cabe la 'conexión rusa' en la amnistía

El PSOE se ve obligado a votar en Bruselas que se investiguen hasta el final los contactos del independentismo catalán con el régimen de Putin, una muestra más de la enorme complejidad de sacar adelante esta ley

Carles Puigdemont, en imagen de archivo.

Desde el primer momento, el Gobierno de coalición ha experimentado en sus propias carnes la tremenda dificultad que ofrece una legislatura en la que la ley de amnistía al independentismo catalán se ha convertido en pieza clave para contar con los siete votos de Junts, más allá de la investidura de Pedro Sánchez: una ley a medida y condición sine qua non.

Si la semana pasada fue la propia formación catalana la que puso en evidencia la fragilidad del Gobierno al votar en contra de dicha ley al entender que el texto no está suficientemente blindado en materia de delitos de terrorismo, esta semana PSOE y Sumar se han encontrado con otros dos obstáculos de entidad en el tortuoso camino para sacar adelante la ley: los fiscales del Tribunal Supremo se muestran partidarios de investigar al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y, más importante todavía, el Parlamento europeo ha votado a favor de que se investigue a fondo la 'conexión rusa' del independentismo catalán. 

La 'conexión rusa' no impediría desde un punto de vista jurídico sacar la ley de amnistía, pero pondría en una situación muy delicada al Gobierno español, su impulsor, ante sus socios europeos. Y la 'conexión rusa' no para de crecer. Está por ver sus consecuencias, pero de entrada, debido a este tema, el descrédito en Europa de las aspiraciones independentistas va en aumento. En España, el 'caso Voloh', que investiga los contactos de representantes del régimen de Putin con consejeros de la Generalitat y el propio Puigdemont, sigue abierto y parcialmente bajo secreto de sumario. En lo que se refiere al posicionamiento de los fiscales sobre el terrorismo, se entiende que la situación podrá reconducirla el Gobierno vía Fiscal General del Estado, pero no dejará de ser otro borrón más.

Mientras, el PSOE va de papelón en papelón, ya que no se puede tildar de otra manera que los eurodiputados socialistas voten en Bruselas la investigación de las conexiones del independentismo con el régimen de Putin –evitando citar expresamente a Puigdemont, eso sí– mientras que en Madrid se busca una amnistía general, con lo que ello conlleva, al independentismo catalán. Ahí está esa frase típica de la política: no se puede sorber y soplar a la vez.

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