Pedro Sánchez ha anunciado un Gobierno de 22 ministros y ministras. Es el Gobierno del 20-N, fecha todavía presente en la vida española (el dictador Francisco Franco murió tal día en 1975), por lo que muchas voces pensaban que se daría a conocer el domingo 19 a última hora o incluso ya el martes 21 por la mañana, y que nace con la clara vocación de hacer frente a la que sin duda será la legislatura más complicada de la democracia española reciente.
El presidente Sánchez mantiene al núcleo duro de su Gobierno anterior, elevando a María Jesús Montero a vicepresidenta cuarta, además de mantener el Ministerio de Hacienda, por lo que la legislatura arranca con cuatro vicepresidencias, todas ellas ostentadas por mujeres, caso de Nadia Calviño –aunque su futuro está en el aire, en función de si va o no al Banco Europeo de Inversiones–, Yolanda Díaz, Teresa Ribera, que ya ocupaban dichos puestos, y la mencionada María Jesús Montero.
Por supuesto, a ese núcleo duro de cuatro mujeres hay que sumar también a Félix Bolaños, que además de ser ministro de la Presidencia pasa a serlo también de Justicia. Teniendo en cuenta que Bolaños ha sido uno de los principales muñidores de los acuerdos con Junts y ERC (incluida la amnistía) que han facilitado la tercera investidura de Sánchez, no es de extrañar que, atendiendo a las dos áreas a cuyo frente se coloca, haya comenzado a pulular ya la broma de que Bolaños bien podría haber sido nombrado ministro para Asuntos Catalanes.
Se daba por hecho que Sánchez, ante la previsible dureza de la legislatura que arranca, se iba a rodear de un equipo de corte muy político, y es exactamente lo que ha hecho. Un gabinete pensado no solo para lidiar con la áspera y nada colaborativa oposición que anuncia el PP, sino también con tener unos socios poco fiables en el independentismo catalán, con quejas, especialmente por parte de Junts, desde el mismo discurso de investidura de Sánchez.
La segunda línea del presidente mantiene a Grande Marlaska, Isabel Rodríguez y Pilar Alegría, ‘ascendida’ a portavoz. ‘Nuevos’ como Óscar López, Óscar Puente o Ana Redondo, que llevará el icónico Ministerio de Igualdad, se valoran también como personas de lealtad inquebrantable y con capacidad de brega.
Por su parte, Sumar mantiene cinco ministros en el Gobierno, ninguno de ellos de Podemos. Habrá que ver qué ocurre con Podemos. De su meteórica ascensión a ver cómo, básicamente por errores propios, les han desplazado incluso de su propio espacio político…
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