Ha sido muy llamativo que la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, haya decidido que no le vale el acuerdo con el Ministerio de Hacienda acerca del pago de la deuda, solo un mes después de alcanzarlo. ¿Qué ha sucedido entre medias? Es cierto que, por supuesto, está el tema del acuerdo del PSOE con Junts para la investidura y las distintas derivadas que conlleva, en este caso, la condonación de deuda a Cataluña y al resto de comunidades autónomas, pero no solo se trata de eso, no es solo política.
Pelayo, presidenta también de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), cree que más allá de la actual coyuntura política nacional hay margen de mejora para las condiciones en que Jerez tiene que afrontar su deuda, y no hablamos solo del dinero contante y sonante que todos los años sale de las arcas municipales para hacer frente a los gastos financieros que conlleva soportar una deuda ni más ni menos que de 1.126 millones de euros, que claro, sino que se trata más bien de llegar a un acuerdo a medio y largo plazo que haga que el pago se estabilice en todos los sentidos: tanto en la previsibilidad de las cantidades y de cómo se abonan como en lo que se refiere a la plena ‘soberanía’ de dicho acuerdo en el tiempo, más allá de quién gobierne en Madrid, si es el PSOE o el PP.
Pelayo cree que ha llegado el momento de establecer un acuerdo con Hacienda a medio-largo plazo porque estima que se debe dejar de hablar de la deuda del Ayuntamiento de Jerez, tan simple como eso.
Es decir, el Ayuntamiento pagaría todos los años lo que se establezca en el plan y sería una cantidad previsible que se introduciría como tal en los presupuestos municipales ejercicio tras ejercicio, en lugar de tener que ir a hablar con Hacienda casi todos los años y –atención– generando titulares que en poco o nada ayudan a la ciudad a salir adelante, aunque sean de evidente interés informativo.
Es decir, no se trataría tanto de volver a una ‘casilla 0’ en cuanto a la deuda –imposible por muchos motivos, entre otros porque la gran mayoría de dicha deuda es financiera– pero sí en lo que se refiere al ‘sambenito’ que pesa sobre Jerez como uno de los municipios más endeudados de España.
Pelayo, que cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía en todo lo que hace, estima que ha llegado el momento de que, tras décadas de asfixia, Jerez pueda despuntar y convertirse en una ciudad atractiva para conseguir inversiones sin que aparezca el apunte de la deuda al margen.
Si lo conseguirá o no y si esa opción será tan positiva para la ciudad como ella piensa, solo lo dirá el tiempo, pero lo cierto es que la alcaldesa estima que la coyuntura, también la nacional, le es favorable y que debe ser ahora.
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