Amnistía e inflación. Dos noticias relevantes de dos ámbitos de interés muy distintos. La España de los enunciados, las proclamas y el politiqueo –la amnistía– frente a la que mira y remira el euro para hacer frente a la cesta de la compra y el alquiler o la mensualidad de la hipoteca –la que siente la inflación–. Dos focos de atención muy distintos. 'Otras' dos Españas.
Por partes. El Congreso de los Diputados ha aprobado la ley de amnistía por cinco votos de diferencia. Esto ha originado júbilo en las bancadas de las dos fuerzas independentistas catalanas y, posteriormente, un cruce de acusaciones bastante agrio entre Vox y PP y las dos formaciones socias en el gobierno, PSOE y Sumar.
Bien... de entrada la ley tiene que ser publicada en el BOE, que es cosa de semanas, y a partir de ahí habrá que ver qué sucede desde un punto de vista legal. El PP anuncia recursos sobre la constitucionalidad de la ley y lo hace desde muy distintos ámbitos, ya que son varias las comunidades autónomas en que gobierna que anuncian que van a acudir cada una 'por su cuenta', entre otras Andalucía y Madrid, independientemente de lo que decida el partido como tal. Incluso, desde todos los ámbitos políticos, se habla abiertamente de que la aplicación de la ley queda en manos de los jueces, sin que quede claro qué se quiere decir con esta frase.
Enfrente hay otra noticia muy importante, por lo que puede suponer para el bolsillo de buena parte de la ciudadanía. Son tres malas noticias en una, las tres con el número tres: el IPC sube tres décimas, se pone en el 3,6% y es el tercer mes consecutivo de subidas, lo que viene a confirmar tendencia. El repunte de la inflación no es una buena noticia, primero por el encarecimiento de la cesta de la compra y la sangría sin fin que la espiral inflacionista supone para la mayoría de los asalariados y, segundo, porque a buen seguro que retrasará el descenso en el precio del dinero –y de las hipotecas–, que los expertos situaban ya para el verano. Y, por último, por supuesto, mientras se habla de la amnistía, no se habla del precio de la vivienda o de su alquiler, de los problemas reales, en definitiva.
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