En política es cierto que hace tiempo que se ve de todo —no vamos a dedicar ni una línea más a los 'hechos' vividos en Madrid el pasado 2 de mayo— pero lo ocurrido con la valoración de los datos de empleo del mes de abril efectuado por distintos ámbitos del PP merece un comentario. Ya no se trata de que el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos diga una cosa, y el PP, ejerciendo de principal partido de la oposición, diga otra sin que haya un mínimo de coincidencia en la valoración de unos números, el descenso de casi 74.000 personas de las listas del desempleo.
Esto es algo que, al fin y al cabo, es comprensible ya que es verdad que esas 74.000 personas que han salido de las listas del desempleo no son una cifra fría, es una número que lleva detrás toda una serie de circunstancias que permiten interpretaciones desde distintos ángulos, se trata de que el propio PP, según el ámbito del partido del que proceda el análisis, da una valoración positiva, casi triunfal, al borde de la euforia, mientras que en otros se busca tres pies al gato... total, que se puede decir una cosa y (casi) la contraria, en el mismo partido, sin que pase nada, de hecho parece que se observa hasta cierta naturalidad al hacerlo.
Mientras que Juanma Moreno, presidente de la Junta, se vanagloria en Twitter de los datos obtenidos por Andalucía en abril —20.551 desempleados menos, buena parte en el sector servicios— y de hecho se arroga un papel fundamental en la obtención de dichos resultados, desde la sede de Génova, Juan Bravo —por cierto, ex consejero de Hacienda de la propia Junta— cuestiona tanto la manera en que se lleva a cabo la estadística del Gobierno como la calidad del empleo creado. Total, que le faltan en la cifra final como 300.000 demandantes... En realidad, el PP lleva meses mostrando su desacuerdo con la forma en la que el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz lleva a cabo la calificación final de determinados demandantes –sobre todo los fijos discontinuos que en ese momento no están en activo- a los que no se incluye como solicitantes de empleo...
La contabilidad del Ministerio de Trabajo es opinable, claro, pero ese no es el tema. El tema es que se ha evidenciado que el PP no tiene problema alguno en decir una cosa en Madrid y otra muy distinta en Sevilla, en poner todo tipo de 'peros' y condicionantes a los datos del Gobierno en el mensaje que se lanza a la opinión pública en clave nacional, ejerciendo de oposición pura y dura –por cierto, precisamente con Núñez Feijóo de visita a la provincia de Cádiz, la de mayor paro de España–, mientras que en clave autonómica, donde se gobierna con mayoría absoluta, el evidente dato positivo de Andalucía se usa para recalcar que se está trabajando en el buen camino, como si estuviéramos hablando de España y Andalucía como dos compartimentos estancos, algo que, evidentemente no es el caso...