El PSOE ha obtenido las últimas piezas que le faltaban para terminar el puzle para la investidura que probablemente empezó a pergeñar la misma noche del 23-J, con Pedro Sánchez, otros líderes del partido y algunos familiares, celebrando una derrota numérica que ya se presentía que podía ser ‘victoriosa’. El caso es que con toda la polvareda que ha levantado el acuerdo con Junts y la futura ley de amnistía parece como que se hubiera pasado por alto que el PNV todavía no había confirmado sus cinco votos. Una vez más, el acuerdo con los nacionalistas vascos es un texto ambiguo, que incluye una serie de cesiones respecto a la Seguridad Social, aún por cuantificar exactamente más allá de la exclamación política, y una suerte de referéndum no de autodeterminación, pero sí, digamos, de consolidación de Euskadi como nación a efectos jurídicos y de proyección internacional. Además, a última hora, alguien en Coalición Canaria ha debido leer al historiador romano Tito Livio y su célebre ¡Ay de los vencidos!, para decidir dar su apoyo a Sánchez: un voto más.
Bien… Esta es la situación a día de hoy, con una investidura garantizada, pero con una serie de hipotecas que hacen que no sea muy aventurado presuponer que, con la ceremonia de investidura que tendrá lugar la semana que viene, arrancará propiamente la que se presume la legislatura más complicada desde que en 1977 se iniciara la Constituyente y la restauración democrática en España tras la dictadura franquista. Decir que la decimocuarta legislatura tiene vía libre para la coalición PSOE-Sumar es mucho decir, ya que, por ejemplo, el nuevo socio de referencia, Junts –por cierto, si ya era complicado hablar en la anterior legislatura de 'bloque progresista' con el PNV en sus filas, ahora con Junts va a ser imposible con un mínimo de rigor seguir aplicando este adjetivo– ha anunciado que va a fiscalizar día a día la acción de gobierno, por lo que todos los temas se van a tener que negociar hasta la última letra.
Por lo demás, todo el país está a la espera de la primera intervención de Pedro Sánchez, que podría ser este mismo fin de semana. Mientras, el PP ha convocado lo que podría llamarse un 'comité de crisis' y tiene intención de mantener la tensión en la calle, eso sí, expurgando elementos ultras, y la CEOE piensa que la amnistía no encaja en el ordenamiento español... El lunes se da por hecho que se conocerán más detalles de la futura ley de amnistía, si se registra en el Congreso, tal y como está previsto, en lo que será el comienzo de una semana que promete ser también muy intensa.