La parte socialista del Gobierno sigue digiriendo la marcha de Podemos de Sumar y analizando las modificaciones en el escenario político de la legislatura que dicha marcha produce, ya que no cabe hablar de cambio de escenario como tal, al menos en el PSOE no se ve de esa forma. Eso sí, el PSOE 'imputa' -amablemente- a Yolanda Díaz la salida de Podemos, ya que estima que la vicepresidenta en esta ocasión no ha medido bien las amenazas de Podemos o que sabiendo que esta vez iban en serio, no le ha dado la importancia que sí le dan los socialistas.
En realidad, el PSOE barajaba como opción real que Podemos, a lo largo de la legislatura, saliera de Sumar, pero no ahora, justo al comienzo, ni así. Los socialistas dan por hecho que Podemos no va a romper la dinámica actual de bloques, es decir, no le ven votando iniciativas del PP, pero sí estiman que, en determinados temas, sobre todo los económicos y otros geoestratégicos –por ejemplo, la guerra de Ucrania o el conflicto de Oriente Próximo– los cinco votos de Podemos van a ser muy duros. El propio Pablo Iglesias, líder en la sombra de la formación, ha hecho declaraciones que se pueden interpretar en ese sentido. De alguna manera, en el PSOE hubiesen preferido que Podemos hubiera aceptado el ministerio que se le ofreció a última hora por dos motivos: los morados hubieran seguido en el Gobierno, con lo que eso significa en cuanto a fidelidad, y se habría consumado de cualquier manera la ansiada salida de Irene Montero.
Los socialistas piensan que, a efectos prácticos, un socio más con el que negociar, tampoco es un asunto trascendente, aunque son conscientes de que Ione Belarra no se lo va a poner fácil e incluso no descartan que, un poco más avanzada la legislatura, Pablo Iglesias pudiera decidir dar un paso adelante y asumir un puesto de mayor visibilidad dentro de la formación, sobre todo si tienen malos resultados electorales en Galicia y Euskadi.
Podemos ha anunciado que vuelve a la calle, habrá que ver con qué fuerza. Por ahora, ha encontrado en Más Madrid su primer toque de atención después de la que la formación de Iñigo Errejón y Mónica Garcia haya acusado a Podemos de transfuguismo. Las relaciones entre ambos partidos siempre han sido muy tensas y ahora más tras la salida de unos y el acomodo preferente de los otros en Sumar.
Por último, vistas las cosas desde Andalucía, está por ver qué va a pasar con la coalición Por Andalucía, en la que están IU, Más País y Podemos, entre otras formaciones de izquierda y andalucistas. En principio, parece que el grupo parlamentario va a continuar unido hasta que vuelvan a colocarse las urnas, pero queda mucho tiempo...
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