Sánchez, protagonista (en ausencia) de la campaña catalana

El CIS da en su encuesta claro ganador al PSC, pero es una incógnita saber en qué medida puede afectar al resultado de los comicios autonómicos la decisión que adopte finalmente el presidente del Gobierno

La imagen que no fue. Pedro Sánchez y Salvador Illa, en un mitin de una campaña anterior.
La imagen que no fue. Pedro Sánchez y Salvador Illa, en un mitin de una campaña anterior.

La campaña electoral en Cataluña ha comenzado con una gran ausencia, la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En principio, Sánchez tenía programada su presencia en, al menos, cuatro actos políticos en Cataluña, en dos de los cuáles se confirmó su ausencia: el del jueves por la noche en Sabadell y el del domingo en Santa Coloma del Gramanet.

Está por ver en qué medida influye el factor Sánchez (tanto su ausencia como su posible incorporación) en estas elecciones, ya que el presidente del Gobierno tenía intención de volcarse para ayudar a que el candidato del PSC, Salvador Illa, consiguiera una importante victoria. Está por ver en qué medida lo que pueda ocurrir con el futuro político de Sánchez influye en Cataluña, a la espera de lo que dé a conocer el propio presidente después de los cinco días que se dio el miércoles para decidir acerca de su futuro político después de mostrar en una carta pública su hartazgo por el acoso al que, entiende, está siendo sometida su esposa, Begoña Gómez.

Por ahora, Illa es claro favorito para la victoria. El CIS le da una horquilla de entre 39 y 40 diputados, seguido por Junts, el partido de Carles Puigdemont, con 28-30 diputados, y Esquerra, que cerraría el grupo de cabeza, con 27-28 diputados, pero más votos que Junts.

En los próximos días se irá viendo en qué medida lo que decida Sánchez afectará a estas elecciones. En principio, su órdago ­–o como se quiera interpretar­– le sale bien en Cataluña, donde distintas encuestas hablan incluso de la posibilidad de que el PSC supere los 45 diputados por un efecto catalizador del voto.

Esta sería la primera gran alegría socialista después del fracaso de Galicia y los resultados aceptables, pero sin competir, del PSE. Sería la ‘primera piedra de toque’ del socialismo no solo para comenzar a remontar, sino también para demostrar que la llamada 'política de pacificación en Cataluña' con la ley de amnistía funciona. Pero la decisión de Sánchez solo crea incertidumbre en todo el sentido de la palabra: por ahora parece que es positiva para el PSC, pero todo puede cambiar según avancen los días.

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