A falta de tres días, el año político se da por cerrado. En política se prefiere hablar de curso –de septiembre a septiembre– pero en esta ocasión los acontecimientos hacen que el fin de año como tal tenga interés, tanto por lo ocurrido en las últimas horas como por lo que cabe esperar de cara a un 2024 que, directamente, se prevé bronco.
En primer lugar, Pedro Sánchez, habló tras el consejo de ministros de distintas medidas sociales de cara a 2024, el llamado ‘escudo social’. En realidad, siendo importante su contenido, que lo fue, lo más relevante es analizar la estrategia de comunicación socialista y constatar que, en efecto, un tema capital de la legislatura recién inaugurada, como es el de la amnistía al independentismo catalán, se va a obviar en la medida en que sea posible y solo se va a 'salir' cuando lo marque la propia actualidad de este asunto. Se trata de ‘tapar’ con política social la amnistía y todas sus derivadas (opinión de Europa, renegociaciones con el independentismo, las críticas del PP) hasta donde sea posible.
La moción de censura en Pamplona, que ha dado la alcaldía a Bildu, es otro tema de máxima relevancia en la política nacional. Pensar que se trata de un tema local, tal y como recitan cual ‘mantra’ los dirigentes socialistas, es de ingenuidad supina. Ha quedado claro que PSOE y Bildu apenas han negociado unos acuerdos de investidura porque el ‘precio’, la alcaldía de Pamplona, es obvio que ya estaba hablado de antemano.
Para el PP, socio habitual de UPN (aunque en los últimos años se han distanciado), es una nueva ‘línea roja’ que traspasa el PSOE, un nuevo ‘casus belli’ para 2024. Precisamente, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ha hecho también una valoración del año político que solo puede calificarse de taxativa, ya que estima que las políticas de Sánchez dejan al PP como único partido constitucional.
Merece la pena dedicar también unas líneas a Podemos, que sigue en su laberinto. Mientras la formación llega a un preacuerdo en Galicia para ir junto a Sumar, su líder histórico, Pablo Iglesias, pide a las bases que se decanten por apoyar al Bloque Nacionalista en unas elecciones, a celebrar en febrero, que tienen el atractivo de ser las primeras que se celebran tras los acuerdos de investidura del PSOE.
En definitiva, todo indica que la política nacional va a continuar revuelta en 2024, al menos en sus inicios.
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