Miles de agricultores en toda España –con importante seguimiento en Andalucía– han salido a las carreteras con sus tractores para protestar contra la situación que atraviesa el sector agrario. La movilización ha sido especialmente llamativa por la rapidez, la coordinación y la efectividad con que se ha producido, ya que hay que tener en cuenta que se ha convocado mayoritariamente a través de WhatsApp y Telegram, sin que hayan participado las principales organizaciones profesionales agrarias –Asaja, Coag y UPA–, que ya habían convocado al sector para el 14 de febrero y que han visto cómo los propios acontecimientos, con importantes cortes en carreteras y a varios accesos a mercados mayoristas y puertos, les han superado.
Los agricultores se alinean así con las protestas que llevan dos semanas produciéndose en Europa, con importante incidencia en Francia y en Bruselas. Los españoles han tardado en sumarse a las protestas, tal vez por los problemas detectados en Francia, que recordaban lo sucedido hacer varias décadas.
En realidad, es mucho más lo que une al campo español con el francés de lo que los separa. Si bien es cierto que los agricultores españoles reclaman ayudas específicas relacionadas con la sequía o la permanencia de las bonificaciones de gasóleo, lo que tiene en realidad en pie de guerra a todo el agro de la Unión Europea es la actual Política Agraria Común (PAC) y el documento en el que se inspira, la Agenda 2030, es decir, se trata de un tema más de políticas europeas que de ayudas, lo que explica que, en realidad, estas protestas lleven tiempo larvándose.
Los agricultores sienten que se ha producido una desconexión en la cadena de producción de alimentos en Europa, como consecuencia de primar los aspectos medioambientales sobre los estrictamente agrarios, además facilitando la entrada de alimentos producidos en zonas sin controles exhaustivos. Como bien definía un agricultor, "la Agenda 2030 busca convertir al campo europeo en un parque temático, no mantener de manera preferente la producción de alimentos". Las protestas son sobre temas de fondo, por lo que podrían enconarse las próximas semanas y llegar a amenazar la distribución.