La política está llena de supuestos en los que las derrotas pueder ser victorias, y viceversa. Un ejemplo de manual es lo ocurrido en el Ayuntamiento de Sevilla, con el alcalde José Luis Sanz (PP), sometiéndose a una cuestión de confianza que no pudo sacar adelante al no obtener el apoyo –siquiera la abstención– de ninguno de los grupos municipales en la oposición, pero dando un paso más en una jugada ‘política’ que le permitirá, con toda seguridad, salvo sorpresa mayúscula, continuar al frente de la corporación durante los tres años que quedan de mandato con presupuestos propios, que es de lo que se trataba.
Después de ‘ganar’ la moción de confianza, la oposición tiene un mes por delante para armar una moción de censura contra Sanz, algo que parece imposible, ya que tendrían que ponerse de acuerdo PSOE, Vox e IU-Podemos para presentar un programa y, lo que es más importante, un candidato. Imposible imaginarse al PSOE y la izquierda votando un candidato de Vox, y aunque es posible que fuera más fácil ver a Vox votando un candidato socialista –como represalia hacia hipotéticos pactos con el PP que, llegado el momento de la verdad, no se han cumplido– la formación ultraderechista tendría que dar muchas explicaciones sobre qué hace votando a un candidato socialista. Lo mismo se puede decir del PSOE, que después de hacer bandera de poner freno a la ultraderecha en la campaña de las europeas, no sería de recibo que aceptara sus votos para gobernar en Sevilla (por muy objetivo número 1 que sea, que sin duda es).
El PP sigue con su hoja de ruta bien trazada: presento los presupuestos municipales y si me los tumban (pese a que hubo un momento en que un acuerdo de mínimos con el PSOE pareció posible), voy a una cuestión de confianza que puedo perder, lo que activa a su vez dos palancas, la de la moción de censura, que requiere el acuerdo de toda la oposición... pero también la de la aprobación del presupuesto propio en caso de que no se produzca dicho acuerdo.
¿Hubo en algún momento acuerdo o no del PP con Vox para que entrara en el gobierno municipal y afianzar la mayoría simple de los populares en Sevilla? Algo debió haber, pero está claro que no tuvo el visto de Juanma Moreno. Y si alguna vez lo tuvo, se le pasó...