La edad de jubilación en la mayoría de los países occidentales se ha ido retrasando en los últimos años, atendiendo fundamentalmente a dos criterios. De una parte, estaría el aumento de la esperanza de vida y, de otro, algo que no tiene nada que ver, como es el mal estado de la hucha de las pensiones, sobre todo teniendo en cuenta que se acerca el momento en que comiencen a jubilarse los nacidos en el llamado ‘baby boom’.
Además de retrasar la edad de jubilación obligatoria, en casi toda Europa se ha introducido también la posibilidad de que los trabajadores que lo deseen puedan jubilarse más tarde. Sin embargo, esta opción, a la que en principio no cabe poner ningún ‘pero’, no está encontrando la respuesta que quisiera el Gobierno: apenas un 5% de las personas deciden seguir trabajando cuando les llega la edad ‘legal’ de jubilación.
¿Falta de incentivos? ¿Falta de flexibilidad? ¿Cierto, digamos, hedonismo? Pues probablemente se trata de un poco de todo, pero es evidente que las últimas medidas propuestas por el Gobierno, ya con el PSOE al frente, no han generado demasiado interés entre los trabajadores. Ni la modalidad de porcentajes adicionales para la pensión ni la de los pagos únicos en función de los años de más trabajados (y cotizados) han producido el efecto deseado por parte del Ejecutivo.
En este contexto, el Gobierno estaría planeando una respuesta a este problema que sirva para potenciar definitivamente la denominada ‘jubilación activa’ e incluso ya habría hecho llegar a los agentes sociales algunas propuestas para su debate, con propuestas en las que el trabajador, además del sueldo por el trabajo que sigue realizando, va cobrando de manera creciente, con el paso de los años, una parte proporcional de la pensión a la que tiene derecho hasta el momento de su jubilación, hasta llegar al 100% de su jubilación cuando alcance los cinco años de prolongación respecto a la edad a la que pudo haberse jubilado.
Parece una medida en la buena dirección y ahora solo cabe esperar la respuesta de los agentes sociales y, de salir adelante, la de los propios afectados, que ahora sí vean interesante prolongar su vida laboral.
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