Cuando tengas un hueco en tu apretada agenda te pasas por la Bahía de Cádiz. Que la mejor ministra de Trabajo de la democracia, y créeme que no lo digo con ironía, no haya aterrizado aún por estos lares es inexplicable. Que la ministra de los buenos datos, con los que desarmas semana tras semana a esa oposición patética y mentirosa, no haya tenido tiempo de venir a explicarnos cuáles son sus planes para que esta provincia abandone de una puta vez los puestos de cola de los datos del desempleo, es simplemente desalentador.
Que la política mejor valorada de nuestro país, con razón, que se reúne con patronal y sindicatos un día sí y otro también no disponga de un solo minuto para hablar con los trabajadores del metal de Cádiz es simplemente vergonzoso. Creo haber escuchado decir a Julio Anguita, uno de tus referentes, que la derecha gobierna cuando la izquierda no presenta un proyecto que ilusiona, cuando su discurso de palabras bellas y justas es un mensaje vacío. Con tu ausencia en la Bahía, ministra, desalojas la esperanza de la clase trabajadora de un lugar en el que el abandono de esa “izquierda” del PSOE hizo tanto daño.
No te cansas de repetir, Yolanda, que el objetivo de tu Sumar es recuperar esa ilusión perdida. Pues qué mejor lugar para hacerlo que éste, donde encontrarás a aquellas y aquellos que sí se han echado a las calles para luchar por un futuro mejor para sus familias, a los que tienen los cuerpos llenos de moratones por los golpes de una policía cruel cuando se trata de parar a los que luchan por una vida y un trabajo dignos, a los trabajadores a los que el gobierno que tú vicepresides envió como interlocutora una tanqueta.
Reconozco que a veces mi naturaleza gruñona y desconfiada se pregunta si tu reacción hubiese sido la misma si, en vez de en Cádiz, lo que ocurrió hace un año hubiera sucedido en Galicia. Yolanda, te pido disculpas por mi suspicacia, no me lo tengas en cuenta. Te escribe el hijo de un obrero de Astilleros que con sus compañeros se echó a la calle en los 80 y que, como tantos por aquí, acabó asqueado por esa falsa izquierda de Felipe González. El abandono de esta tierra dará, por rabia o por desencanto, el Gobierno a la extrema derecha… y no creo que esté el patio para ir dejándose votantes por el camino. Por favor, ministra, cuando quieras, pásate por aquí abajo y quizás entiendas que esta tierra sonriente y aparentemente alegre, se desangra desde hace mucho, que está falta de héroes que la defiendan. Líderes con principios, como sigo convencido que eres tú, Yolanda, que no se dejen persuadir por esa política de salones desapegada del pueblo.
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