Para Teodoro García, el número dos del PP, “España es el Padre Nuestro que rezas por las mañanas / y el rojo y gualda que pone ese nudo en tu garganta (...)”y más cosas que están en ese poema del franquista José Luís Santiago de Merás, que hace unos días publicó en su cuenta de Twitter.
Lo mejor que he leído en las redes sobre la explosión poética de Teodoro García, con la que respondía a la pregunta ¿Qué es España? de Jordi Évole en Salvados, es que al campeón del mundo de lanzamiento de huesos de aceitunas se “le empalmó el brazo”, el mismo con el que guía a Casado en su cruzada para liderar España con la ayuda de Dios, una vez que Soraya reposa en el Consejo de Estado y María Dolores ha tomado las de “Villarejo”.
Lo del brazo erecto tiene su lógica, pues para el frente PP-Ciudadanos-Vox España se está yendo al garete por culpa de la “alianza bolivariana PSOE-Podemos” que nos gobierna tras la moción contra Rajoy que apoyaron nacionalistas vascos y separatistas catalanes. Una alianza indecente capaz de pactar un salario mínimo de 950 euros, retirar las medallas pensionadas a los torturadores franquistas y sacar al dictador del Valle de los Caídos. En suma, para los guardianes de la pureza del adn patrio, gobierna una troupe que quiere socavar los valores y la esencia de lo que somos como españoles, con una política permisiva con los migrantes que asaltan nuestras fronteras, llenan nuestras mejores playas de cadáveres y destruyen esa España que “es el limpio orgullo de la historia de la raza / es el incierto futuro donde pones tu esperanza / y es tu voluntad de ser español cada mañana...”, como proclama el “brazo derecho” de Casado en Twitter.
En suma, para los guardianes de la pureza del adn patrio, gobierna una troupe que quiere socavar los valores y la esencia de lo que somos como españoles
Lo cierto es que ese discurso que defiende España de quienes la amenazan con sus balsas de plástico desde el estrecho de Gibraltar, de los secesionistas, de Wyoming, Dani Mateo, Willy Toledo, periodistas, raperos y otros desalmaos; esas arengas huecas a favor de la patria y contra su supuestos enemigos (entre los que no incluyen a todos sus cargos presos o imputados por corrupción, desde Bárcenas a Rodrigo Rato) va calando en la población como una lluvia fina que inundan de odio las redes sociales. Como este intercambio de comentarios que puede leerse estos días en Facebook, entre otros miles.
-Ya está bien, cojones que somos extranjeros en nuestro propio país, y al que esté a favor de los pobrecitos negritos pues que se vaya al carajo a África a cuidarlos, que se ha confundido la libertad por el libertinaje...
-Señores noche de cristales rotos como los nazis pues ya se fue esto de madre.
-Bates y pasamontañas para no dejar rastro
Mensajes incendiarios productos del machacón discurso xenófobo según el cual negros y moros vienen a quitarnos el trabajo, a llenar los hospitales y llevarse el dinero de las ayudas sociales... Claro que luego en los campos de Jaén se las ven y se las desean para formar cuadrillas que recojan la aceituna y lo mismo sucede en los invernaderos de Almería para recolectar las hortalizas bajo plástico, y son subsaharíamos que viven hacinados en chamizos los que realizan esos trabajos.
Escuchar estos días los discursos encanallados en la campaña electoral andaluza, ver el video del líder de Vox con su horda a caballo a la “conquista de Andalucía”, o el cartel de Nuevas Generaciones, que califica de “ratas” a todos los presidentes democráticos de Andalucía -desde Escuredo a Susana Díaz- pone los pelos de punta y provoca verdadero miedo. El mismo miedo que cuando Teodoro García, secretario de organización del PP, tuitea que “España es el pulso de tu sangre alborotada”. Será esa sangre la que les empalma el brazo y, a la vez, les provoca un patriótico gatillazo en el mismísimo cerebro. La cosa no tiene gracia aunque lo parezca.