Pedro Pacheco, Alfonso Perales y José Rodríguez de la Borbolla descubren la placa conmemorativa, hoy desaparecida.
Pedro Pacheco, Alfonso Perales y José Rodríguez de la Borbolla descubren la placa conmemorativa, hoy desaparecida.

José Joaquín Carrera Moreno. Promotor del proyecto (1985-1987). Ex director gerente de la Fundación Andaluza de Flamenco (1987-1993). Ex director del Centro Andaluz de Flamenco (1993-1994).

Hoy, 7 de mayo de 2018, se cumplen exactamente 30 años de la inauguración del Palacio de Pemartín como el primer centro de documentación del flamenco. Aquella remota mañana, me cupo el honor de abrir -físicamente- la puerta principal del palacio, tras la cual esperaban autoridades, amigos y amantes del flamenco. Entre los asistentes, quien con más ilusión esperaba tras esa puerta era Francisco Vallecillo, entonces asesor de Flamenco de la Junta de Andalucía, que con sus 74 años creyó tan firmemente en el proyecto que donó al centro toda su inmensa biblioteca flamenca, fundando así la nuestra. La foto recoge el momento de descubrimiento de la placa conmemorativa. Múltiples avatares ha sufrido la institución, a pesar de los cuales esa puerta se ha mantenido abierta permanentemente durante estos 30 años. Un detalle significativo, e insólito en una institución, es cómo años después alguien mandó quitar esa placa inaugural de la foto -que en cualquier institución se respeta-, como si se quisiera borrar el pasado...

La historia del centro ya ha sido contada en detalle en este mismo medio en artículos que encontrarás enlazados abajo, y no la repetiré. Baste señalar que hoy, al cumplirse 30 años, nos encontramos en un escenario que podría afectar gravemente al futuro del Centro y a su patrimonio documental. La decisión de la Consejería de Cultura de trasladarlo a otro edificio, mucho más pequeño y fuera del entorno inmediato del flamenquísimo barrio de Santiago, para ubicarlo en un pequeño edificio sin comparable relevancia patrimonial , y con serios problemas de humedades. Además, con ese traslado se incumplirán las condiciones legales bajo las cuales la Junta recibió el palacio de Pemartín.

Tan peregrina idea ha sido también ampliamente respondida, en este y en otros medios. Porque el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, ha ganado en sus 30 años de trabajo un enorme prestigio nacional e internacional. Una buena muestra de ello es el apoyo unánime que ha recibido en estos días por parte de la plana mayor de los estudiosos flamencos de España, encabezada por José Manuel Caballero Bonald. Los investigadores saben muy bien el papel que en la dignificación de la memoria de este arte, y en contra de su mistificación, ha jugado el Centro, y se ha producido entre los estudiosos un apoyo sin fisuras, que agradezco inmensamente. Porque el Centro surgió justo para preservar la memoria jonda y deslindar de una vez el flamenco de ese pandemónium acartonado del imaginario español, que impulsó el desarrollismo franquista. Y ahora justamente, se pretende instrumentalizarlo, con su traslado al servicio de ocurrencias sobrevenidas de turistada barata.

Parece que algunos aún no han entendido nada, y aún tienen ese imaginario en la cabeza. Incluso últimamente se han lanzado, desde distintas administraciones, rumores falsos y calumnias contra el Centro, cuestionando la calidad de sus servicios y la eficiencia profesional de sus técnicos, entre los cuales me honro en figurar. El Centro Andaluz de Documentación del Flamenco precisa, en la Junta de Andalucía y también en el Ayuntamiento de Jerez, de valedores, no de detractores, y no precisa de calumnias municipales, ni de malas ideas, ni de directores fantasmas ni de comisarias supernumerarias; bien al contrario, el Centro -por sus fines, su historia y su patrimonio- precisa especialmente de respeto, y no de expolio. Por parte de todas las administraciones.

Es éste un triste 30º aniversario, pero aún así alzo hoy mi copa para brindar, en medio de la niebla: recuerdo muchas veces la estela luchadora de Paco Vallecillo -de quien tanto aprendí, más allá del flamenco- y como ciudadano libre me sumaré a nuevas iniciativas legales e institucionales, in all directions, para lograr el debido respeto a este patrimonio flamenco.

¡Larga vida al Centro Andaluz de Documentación del Flamenco! ¡Larga vida flamenca al Palacio de Pemartín!

Nota: Encontrarás agrupada toda la información sobre el Palacio de Pemartín en http://canalflamenco.es/que_inmenso_error.html

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