Hace algún tiempo, escuché en una tertulia radiofónica un debate divertido donde un psicólogo echaba en cara a un antropólogo y un sociólogo que realmente estos le tenían envidia porque nunca oirían a unos padres y madres decir que iban a llevar a su hijo al antrópologo o al sociólogo. Era una ironía divertida entre competencias de distintas ramas de las ciencias humanas, pero no he podido dejar de recordarlo ante la situación que se da en la actualidad en la política jerezana. La democracia se basa en el poder de la mayoría, que pueden ser absolutas o relativas, y por tanto, el poder va en el valor de los números.
Pero en Jerez, parece que el PP, a más de un mes del pleno donde los concejales eligieron a la alcadesa de la ciudad, aún no han entendido o asumido lo sucedido. Por un lado, parecen no saber que la ciudadanía no elige al alcalde o a la alcaldesa directamente. Está eligiendo a una lista de concejales y concejalas, y estos en el pleno, serán los que elijan a la principal autoridad de la ciudad. Sale elegido quien obtenga la mayoría absoluta en primera votación o bien, quien tenga mayor número de votos si no hay absoluta. Por lo tanto, cualquier votación que se dé y cualquier resultado que salga es legítimo y además representa el sentir mayoritario – absoluto o relativo – del pleno.
El PP se agarra a que es el grupo que más concejales tiene y que más votos sacó. Es verdad, pero es que eso no tiene nada que ver para tomar el poder o no. Lo que le pasa es que no saben hacer las cuentas. Tienen que coger el censo, ver cuánta gente tenía que ir a votar. Ver cuántos votaron en realidad. Y de los que votaron, ver cuántos NO le votaron a ellos. Así, contando con los dedos, que tampoco es tan difícil, entenderán que la mayoría de la gente que votó el 24 de mayo en Jerez, NO quería que el PP gobernara. Esa mayoría que NO quería al PP en el gobierno, distribuyó sus votos en distintas opciones políticas, que con programas y actitudes distintas, coincidían en lo que digo: NO dejar al PP gobernar que era el deseo MAYORITARIO de todos y todas los que votaron.
Y así pasó y así es. Pero el PP no lo entiende. Y preocupa. Preocupa que no lo entienda, porque está dando muestras de no entender la esencia de la democracia. Su actitud desde que está en la oposición es patética mostrando una pataleta infantil por no querer ver la realidad. Podría decir que no es extraño, ya que el fundador del Partido Popular, antes Alianza Popular, fue quien fue y eso explicaría su comportamiento, pero sería un argumento pueril y muy tonto. Ahora bien, se lo tienen que hacer mirar. Les están asesorando muy mal en comunicación porque lo hacen fatal. Y si siguen en los próximos días con la misma actitud, al psicólogo al que me refería al comienzo de la columna le iban a quitar la razón, porque el PP de Jerez no tendría que ir a un profesional de la psicología para asumir y sobrellevar su problema: sencillamente tendrían que ir al sociólogo a que les explique lo que realmente les ha pasado.
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