Actualmente, son muchas las sagas literarias que saltan a las pantallas de cine. Hay colecciones de libros que son muy dadas a ello: Los Juegos del Hambre, Crepúsculo, Cazadores de Sombras, La Quinta Ola… pero hay libros clásicos que también lo han hecho y que poco o nada tienen que ver con la novela actual.
Hay personajes que por su complejidad y popularidad son difíciles de interpretar y son muchos los actores que los encarnan una y otra vez con mejor o peor resultado. No solo en películas de cine, sino también en series de televisión y eso, precisamente, le ha pasado al detective más famoso de la literatura: Sherlock Holmes.
Muchos han sido los actores que se han puesto en la piel del personaje creado por Arthur Conan Doyle hace tantísimos años, uno de los últimos el magistral Ian McKellen. Aunque no ha sido el único: Buster Keaton, Roger Moore, Michael Caine, Charlton Heston, Jeremy Irons, Rupert Everett y Robert Downey Jr, entre otros, también lo han hecho en series, películas y sketches.
Sin embargo, la crítica actual se rinde al antisocial Sherlock que encarna el intérprete británico Benedict Cumberbatch, al que también conocemos por haber puesto la voz al dragón de El Hobbit, el terrorífico Smaug y por haber dado vida al villano de Stark Trek Into the Darkness, entre otros.
El actor da al mítico investigador un aire bastante diferente. Es un hombre solitario hasta que conoce a su compañero John Watson (al que da vida Martin Freeman), que va a lo suyo y que no le importa insultar a quien haga falta para dejar clara su inteligencia. La que le ha convertido en un reclamo a la hora de resolver diferentes casos que la Policía no puede. Meticuloso, quisquilloso y únicamente interesado por sus investigaciones, Holmes toca el violín en su casa de Baker Street mientras que Watson escribe sus aventuras en un blog que gana seguidores por momentos.
Con personajes recurrentes de las novelas como Mary Morstan, Irene Adler, Mycroft Holmes, la señora Hudson o el inspector Lastrade, se nos relata la historia del personaje creado por Conan Doyle en nuestra época y esto la hace, aún si cabe, más interesante. Los recursos que se utilizan, así como los cambios necesarios para que las novelas y relatos cortos encajen hacen de esta serie una delicia y nada mejor que su protagonista. Un Sherlock Holmes muy adecuado.