Las consecuencias se pagan

Mañana o pasado, no sé, se inaugura la iluminación navideña aquí en Cádiz. Dicen que será algo extraordinario. No lo dudo. En cuanto se encienda la primera lucecita, todos en tromba a comprar. Somos estúpidas gallinas ponedoras consumiendo mientras la luz siga encendida.

Biólogo y profesor.

El alumbrado navideño de Cádiz el pasado año. 'Las consecuencias se pagan', de Pepe Pettenghi.

Dice Carlos Alcaraz, excelente tenista, que admira a Gaitán, un tertuliano cercano a Vox. Bueno, Alcaraz tiene 20 años y solo sale de las pistas para mear, pero alguien debería decirle: “Mira Carlitos, hijo, el tío ese no ha hecho nada por ayudar a nadie, solo es un turbio intoxicado, un atravesado y un mierdecilla de la FE y de las JONS”.

Y que España, a la que tanto amas, una España que está dando ejemplo al mundo, estaría mejor sin tipos como él.

Una España que está manteniendo a raya, aún, a esa peste de mentirosos, fanáticos y embaucadores que actúan como replicantes de la Casa Blanca. Mira si no a Milei, Orban, Bolsonaro…

O a Ayuso, un producto del marketing más bajuno, quien se atreve a manifestar que si el socorro a Valencia no llegó a tiempo, es porque el Gobierno central es del PSOE y el de la Comunidad Autónoma es del PP. ¡Hace mucho que no escuchaba algo tan nauseabundo y tan miserable! Solo es oportunidad, engaño y bajuno, propio de un Curso de Dinamiteros.

De esa manera han legitimado la mentira, ya no les inquieta, pues la tienen comprada, los medios son cómplices por su vasallaje cagón, la cultura no les causa problemas porque la tienen comprada, la justicia sigue siendo de su propiedad, así que si te atracan, quien investiga el caso es la Asociación de Atracadores.

La emergencia climática no supone para ellos más que una discreta molestia. Es cosa de cuatro chalaos. Que hará más calor en verano, que no habrá agua para todos, ¿y qué? Venga césped y venga campos de golf, y venga urbanizaciones en lugares inapropiados. El agua se compra y las urbanizaciones y el césped son necesarios para mantener bien alimentadas las fauces del turismo masivo, que da mucho dinerito.

Es el teatrillo en el que pretenden que nos movamos.

Pero mañana o pasado, no sé, se inaugura la iluminación navideña aquí en Cádiz. Dicen que será algo extraordinario. No lo dudo.

Y en cuanto se encienda la primera lucecita, todos en tromba a comprar. Somos estúpidas gallinas ponedoras consumiendo mientras la luz siga encendida.

Esto va más allá de la simple broma.