Una generación de periodistas andaluces se curtió entre la financiación autonómica y el caso ERE. Una década después, ambos temas vuelven a ser los protagonistas de la actualidad andaluza, aunque con giros drásticos e inesperados. La reforma de la financiación ya no la lidera el PSOE desde el Palacio de San Telmo, sino que lo hace el Partido Popular. Sin embargo, el cambio en el escenario de los ERE es aún mayor.
El Tribunal Constitucional ha propiciado un vuelco judicial y, de paso, un 'terremoto' en el ámbito político. Donde antes atacaba el Partido Popular, ahora lo hace el PSOE pregonando la inocencia de los ex dirigentes socialistas que fueron condenados por malversación y prevaricación. Lo que durante unos años se convirtió en un tema tabú, ahora es una cuestión que la militancia y los representantes del PSOE andaluz trata sin tapujos.
Los socialistas han entonado esta semana su propio 'se acabó' bajo el lema de 'La gran cacería del PP'. "Se acabó el montaje que llevó a Moreno Bonilla al Gobierno andaluz de la mano de la ultraderecha", aseguró la portavoz del PSOE andaluz en el Parlamento de Andalucía. Estas palabras han dejado claro el cambio de postura en San Vicente.
Lejos quedan las "puertas y ventanas" abiertas de Susana Díaz para distanciarse del caso que precipitó su llegada a San Telmo o la 'marginación' de los dirigentes que ahora serán recibidos con los brazos abiertos por Juan Espadas, como el propio Secretario General de los socialistas andaluces ha repetido en varias ocasiones durante esta semana. De hecho, el que fuera alcalde de Sevilla ha prometido acelerar los procedimientos.
"Serán los condenados en los ERE exonerados por el Tribunal Constitucional los que soliciten o no su reingreso al partido y en función de sus decisiones personales, evidentemente el Partido Socialista será ágil en darles de alta y en reconocer su trauma humano", ha dicho en su última apreciación sobre el tema.
Las últimas sentencias del Constitucional, que ya han permitido a tres ex altos cargos abandonar la prisión en la que se encontraba, supone un impulso al PSOE en la habitual batalla por el relato que tanto se practica en la actualidad. Las resoluciones del TC han dado alas a los socialistas para defender que no hubo corrupción por parte de los miembros de los gobiernos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán. "No hubo un plan premeditado", aseguran.
La situación ha cogido a contrapie al Partido Popular, que ahora se encuentra bajo la amenaza de los socialistas de acudir a los tribunales para denunciar por "injurias" a todo aquel que mantenga que se produjo un "robo" en Andalucía. De momento, sólo se ha concretado el caso de Elías Bendndo, aunque los servicios jurídicos del PSOE están recogiendo los mensajes en redes para tomar acciones legales.
En el PP mantienen el caso ERE como "el mayor caso de corrupción de la democracia". Ni los populares, ni los socialistas niegan que todo lo que supuso aquello ayudó a que Juanma Moreno llegase al palacio de San Telmo. La única diferencia es que unos lo achacan al desgaste de la corrupción y otros a "un gran montaje".
En cualquier caso, en el Partido Popular no quieren que se olvide lo que ocurrió hace unos años con titulares de periódicos diarios y las imágenes de dos ex presidentes sentados en el banquillo de los acusados. De ahí a que en redes se pueda ver una campaña de "Andalucía no olvida" acompañada de imágenes del conocido como 'chófer de la coca', un término que no deja de ser impactante.
Diez años después, el caso ERE vuelve prácticamente al punto de partida, aunque lo hace con un PSOE envalentonado por los últimos pronunciamientos del Tribunal Constitucional y un Partido Popular, quizás, desubicado ante unas resoluciones inesperadas a estas alturas de la película. Tal es así que varios dirigentes han caído en la crítica al propio Constitucional, acusando a los magistrados de estar al servicio de Pedro Sánchez. Todo ello pocos días después de pactar la renovación del Consejo General del Poder Judicial.