Carmen Martínez Aguayo, médica, es una persona honesta, rigurosa, responsable y trabajadora. Podía escribir lo mismo de Pepe Griñán, al cual conocí también en la Escuela Andaluza de Salud Pública, siendo él consejero de Salud en una jornada que tuve el placer de coordinar.
A Carmen, 71 años, la conocí como gerente del SAS. Trabajamos con ella en varios momentos desde la consultoría EASP, alrededor del año 2000. Carmen era una persona trabajadora, rigurosa, seria, honesta y clara. Su manera de trabajar te implicaba poner encima de la mesa siempre los mejores recursos que cada uno tiene.
En todos estos años, en casa, siempre hemos comentado que Carmen es imposible que hubiera robado (la verdad es que no se ha llevado ni un euro), al igual que es imposible que hubiera hecho la vista gorda en asuntos que fueran de su incumbencia o que no hubiera intervenido en cuestiones como las planteadas en los ERE si le afectaban directamente. Carmen era y es una persona recta y trabajadora, honesta y coherente. Lo decía en una de las entrevistas que ha hecho, cuando comentaba lo que su padre le inspiró y bajo los principios que la educó. Añadía que se alegraba de que su padre, que le educó siempre con valores de honradez, no viviera porque "para él habría sido un mazazo muy fuerte" verla entrar en prisión.
Otra de las cuestiones que marca su estilo de honestidad y rectitud fue que, después de salir de la consejería de Hacienda, volvió a su centro de salud a trabajar como médico de familia. Y añado a ello, las palabras que dedica a su marido y a su familia. Y reconoce que "lo he sentido porque lo ha sufrido mucha gente a mi alrededor, sobre todo mi marido que lo ha pasado muy mal y mi familia. Lo sufrí más por ellos que por mí misma. Yo soy capaz de sobrellevar estas cosas y otras. Las circunstancias de la vida hay que afrontarlas con valentía. Hay otras más graves e injustas y las tienen que aceptar".
Leyendo sobre ella, cualquiera puede saber que Carmen es licenciada en Medicina y Cirugía y especializada en Puericultura y Medicina Familiar y Comunitaria. Anteriormente, había sido directora gerente de la Fundación Progreso y Salud y ocupó diversos cargos de responsabilidad en el SAS, como directora gerente entre 1996 y el 2000. Justo antes, entre 1994 y 1996, Martínez Aguayo fue directora general del Insalud y subdirectora general de Atención Especializada del Insalud. En 1991 participó como vocal en la elaboración del Informe Abril, donde se analizaba el Servicio Nacional de Salud español y sus posibles reformas.
Siguiendo lo que han dicho los periódicos estas últimas semanas, sabemos que la exgerente del SAS y exconsejera andaluza de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, quedó el pasado 3 de julio en libertad después de que el Tribunal Constitucional la exonerara de malversación por la que fue condenada en el caso de los ERE de Andalucía. Ni Carmen Martínez Aguayo ni su departamento gestionó los fondos públicos millonarios que fueron adjudicados sin control alguno desde la consejería de Empleo. La exconsejera de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía Carmen Martínez Aguayo, fue condenada a seis años de prisión por 'malversación' en la pieza política del caso de los ERE, e ingresó en la cárcel de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla en diciembre de 2022 y el Tribunal Constitucional ha decidido que Carmen tenía razón, que no había robado ni había infringido ninguna ley y que, por tanto, han hecho una grave injusticia con ella, teniéndola un año y medio en la cárcel sin que hubiera hecho nada para estar en ella.
Carmen estos días ha hablado y ha recordado que el Tribunal Constitucional no la ha 'indultado ni amnistiado' sino que le ha 'dado la razón' y que ella solo ha ejercido sus derechos de defensa. "Todo esto lo he vivido con una gran perplejidad. No soy jurista, pero llevaba muchos años en la administración y conozco perfectamente cómo es la tramitación de presupuestos de una ley que luego es aprobada por un parlamento. Cómo alguien puede decir que se engañaba a un parlamento. A los parlamentos no se les engaña, son instituciones sólidas. Nunca pude imaginar que una ley pudiera ser calificada de ilegal, podría ser inconstitucional, pero no ilegal".
Con el mismo respeto con el que acabó la sentencia que le llevó a la cárcel ahora dice y repite, desde esa honestidad que le caracteriza, que acata la resolución del Constitucional, pero tiene claro que "las personas del PP que firmaron esa denuncia lo hicieron sabiendo que el contenido de esa denuncia no era verdad". Y añade: "Sabían de la ley, eran parte de esa ley, hicieron modificaciones de esa partida y nunca pidieron que se eliminara, y sabiendo todo esto y se atrevieron a firmar esa denuncia que me ha llevado a pasar año y medio en la cárcel", sentencia, convencida de que esto ha sido "una persecución a sus adversarios políticos". También comenta que "les era muy difícil porque la gestión que hacíamos era muy buena para Andalucía, yo me siento muy orgullosa, lo que no lograban por las urnas, lo hicieron de otra manera".
Martínez Aguayo siempre ha confiado en la justicia de nuestro país y ahora mismo no está pensando en reclamar ninguna compensación económica por el tiempo en prisión: "Estoy pensando en adaptarme a la vida y en resarcir la enorme deuda de gratitud con muchas personas: mi marido, mis abogados... en cómo resarcir a mi familia del tiempo que he estado fuera y devolver el cariño de tantas personas que me quieren".
Recuerda además que nadie le ha acusado de robar y no entiende por qué, si la Junta ahora, gobernada por el PP, considera que se ha robado, no pide que se devuelva el dinero: "Los 680 millones que dicen que hemos robado han ido a familias que habrían tenido dificultades para vivir. Saben quién lo ha cobrado, con nombres y apellidos, que pidan que lo devuelvan, pero lo siguen pagando". Y acusa al presidente de la Junta de mentir: "Han mentido y mienten porque cuando dicen que robamos; mienten y de una manera rotunda. Además, nunca nos acusó nadie de robar, ni la Audiencia Provincial, ni la jueza Alaya, ni el Tribunal Supremo. Nunca hemos cogido un euro. Somos servidores públicos honrados".
Señala también que "el Constitucional me da amparo" y se siente "legitimada por mi actuación, por mi historia, a pedir el mismo respeto al TC de quienes son parte del proceso, que cuando les ha dado la razón han callado. No deberían estar haciendo esas críticas y descalificando al Alto Tribunal que es garante de nuestros derechos. Lo que me llama la atención es que en un país democrático y de derecho, esto esté en cuestión a día de hoy por el PP. Resulta increíble que siendo parte del proceso -es la parte acusatoria- debe ser respetuoso con la justicia tanto si le dan la razón como si no se la dan".
En cualquier caso, su paso por la cárcel le ha dejado "un poso de aprendizaje": "No creo que sea un tiempo perdido. Creo que lo he aprovechado. He intentado mantenerme bien físicamente y mentalmente, manteniendo intacta mi dignidad, y creo que he intentado ayudar con mis capacidades a quien estaba alrededor. He podido conocer a mujeres que han sufrido mucho y a las que he admirado por cómo han superado situaciones. Queda aprendizaje y me queda un sentimiento de satisfacción de que he podido salir de la cabeza tan alta como entré".
"Cuando salí de la cárcel he salido tan inocente como entré", asegura Carmen, que ha acusado al PP de sostener durante años "una estrategia brutal de generar una gran mentira a sabiendas". Y dice además que "los equipos de Gobierno de esos años, hemos levantado Andalucía y hemos conseguido que funcionen la sanidad y la educación. Hemos estado ahí donde la población nos necesitaba, en las ayudas sociolaborales y en las crisis económicas que dejaban a muchas familias en la calle. Hemos buscado la mejor administración, la mejor manera de que fuera ágil, porque era nuestra obligación. Ahí han estado tanto el gobierno de Manolo Chaves como el de Pepe Griñán".
Y confiesa que "si me siento de algo en todo el tiempo que he trabajado en la administración, en general en mi vida y en particular en Andalucía, es orgullosa de mi trabajo. Hemos sido capaces de resolver muchos problemas, de traer mucho dinero a Andalucía. La labor de la Consejería de Hacienda es buscar ingresos y lo buscamos en la liquidación del modelo de financiación que aportó 2.500 millones de euros, trajimos un nuevo modelo de financiación y conseguimos liquidar deudas como la deuda histórica, tan denostada pero que buen dinero incorpora a Andalucía".
Lo dice muy claramente: se siente orgullosa de su trabajo, un trabajo serio, honrado, coherente..., por parte de una excelente profesional. "He salido más vieja pero más sabia. Salí con la cabeza tan alta como la tenía cuando entré".