Cosas que pasan y no deberían pasar en tiempos covid: humanicemos el embarazo

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Profesor de la EASP. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Mujeres en precario también cuando parimos. Un parto en una imagen de archivo.
Mujeres en precario también cuando parimos. Un parto en una imagen de archivo.

Mamá, maestra, periodista y soñadora es @claramarin_ y que habla en twitter en un interesante hilo de lo que significa vivir un embarazo en pandemia.

Y dice: Mañana me hacen la última eco antes de que nazca mi hija. Eco a la que, como en las anteriores, iré sola, porque, por protocolo covid, no se permiten acompañantes.
También he ido sola a cada analítica, cada visita a la matrona, monitores, etc. Esto último me importa menos, pero también es sintomático.

Continúa: El hecho de que las mujeres tengamos que estar solas mientras nos hacen la ecografía no solo es injusto para la pareja, que suele ser el padre de la criatura, sino que además es violencia obstétrica (sí, lo es). Si me dan una mala noticia en la ecografía, estoy sola, tengo que procesarlo sola. Probablemente mi cerebro se quede en shock y no retenga la información que me están dando.

Se pregunta: ¿De verdad cuesta tanto dejar entrar a un acompañante? En este caso, a una persona que ya ha pasado el covid, que tiene su pauta completa de vacunación y que, por supuesto, iría con su mascarilla.

Y nos cuenta: Yo es que a estas alturas de la pandemia ya pienso simplemente que hay protocolos antihumanos que simplemente se mantienen porque es más cómodo, no nos engañemos.

Añade: Otro dato curioso es que, también por el covid, se han suspendido las clases de Educación Maternal (también conocidas como “clases preparto”, las míticas de las películas).

A mí personalmente me importa poco porque ya tengo una hija y ya las hice en su día, pero no todas las mujeres están en esa situación. Pero para muchas mujeres, es en esas clases donde se informan sobre cosas como cómo curar el ombligo al bebé, nociones básicas de lactancia, puerperio, etc. Ahora no tendrán nada de eso.

Y apunta: No voy a entrar en el impacto que eso puede tener en su salud mental y riesgo de depresión post parto porque sé que a los que hacen los protocolos covid eso se la pela lo más grande.

De todas formas dice: Pero sí, no hay clases de educación maternal. Y es gracioso, porque luego llegas al hospital y te dicen que no sabes empujar y que por qué no has practicado “esto” más (como me dijeron a mí en mi primer parto).

Y va terminando diciendo: En fin, solo era eso. Una pregunta al aire de por qué se nos deja solas en un momento vulnerable, y una certeza de que quienes expresemos nuestro descontento seremos, como siempre, las quejicas, las listillas (no te quejes que tu hijo está bien).

Ah, y por cierto, antes de acabar comenta: en mi embarazo he tenido dos contactos breves con la Sanidad Privada. Aquí, curiosamente, sí que he podido estar acompañada. Se ve que con dinero de por medio no hay riesgo de covid.

Y nos hace un Pd: y del tema de que habiendo pasado el covid, teniendo la pauta completa de vacunación y haciéndome una PCR nada más entrar al hospital vaya a tener que parir con mascarilla si queréis hablamos otro día.

Por último añade: Ah! ¡Los niños (hermanos mayores) no pueden visitar a las mamás ni a los bebés! ¿Por qué? Ah, pues no lo sé. Supongo que, porque como todo en esta pandemia, los niños están vetados de todo espacio público.

Y ante ello, hay múltiples respuestas y comentarios como la de @atunsito que dice: La pérdida de derechos durante la pandemia se acentúa precisamente por la ineptitud de los que gestionan recursos públicos. O @AngelaGalluccio: Desde las citas ya nos sentimos vulneradas. El trato que he recibido ha sido inhumano. Apenas te quieren revisar. Embarazo y Parto humanizado en los hospitales públicos YA. O @noeliAcedo: Protocolos a revisar porque ya sabemos que el bicho no va a desaparecer por arte de magia de un día para otro, como los ligados a pacientes oncológicos, por ejemplo. O @EnfrmeraSaturada: Unos protocolos se mantienen por rutina, otros por comodidad y muchos otros por el gran ahorro que suponen. Año y medio después, y con una gran parte de la población vacunada, hay protocolos que no se han tocado desde Marzo de 2020 y a los que habría que dar una vuelta. En su día tenían sentido, hoy muchos de ellos son una excusa para el ahorro.

@La_AbuelaMari: No poder tener un acompañante es violencia obstétrica, no poder ir presencialmente a atención primaria es violencia también. O @Jimena9011: ¿Y las personas que tienen que ir solas al oncólogo? Amén de las que mueren solas... Ahora que hay más información de cómo se contagia el covid, habría que revisar todo. O @NatMadrid: Yo también me estoy comiendo todo sola. Y lo que dices, por lo privado hasta los abuelos han podido entrar. Que por eso decidí ir por esa vía, para que el padre pueda verla y no se pierda todo el proceso.

Mientras que eso dicen algunas voces, @medicilio comenta: Que mal me sabe leerte. En mi hospital no es así. Y si no es tiempo a PCR porque llegas de la calle de parto avanzado la epidural la ponemos con material de protección y ya. Y desde siempre vestían al padre de con epi y lo pasan. Siento que lo estés viviendo así. O @arianearwen: Ostras, yo en Catalunya, en la pública, he podido entrar en todas las ecos, excepto 1, acompañada, y he tenido clases preparto online. Además una vez nazca el peque la matrona me visita en casa. O @EntreTules: Yo en Bcn con mi marido y mi hijo. Clases preparto online. O @Acostacnc: Que mal me sabe como sanitario y futuro papá escuchar esto. En Girona los progenitores si que pueden entrar, es una de las pocas excepciones en las que se permite acompañante. En ocasiones esta pandema esta deshumanizando la atención sanitaria. Mucho ánimo y a por todas!

La humanización es un proceso que debe de impregnar a toda la organización. El humanismo es una forma de ser y estar en el mundo. Y la humanización debe iniciarse mediante un cambio en el enfoque de nuestra actividad asistencial, generando que el paciente es un ser humano que demanda explicaciones, que desea saber qué le va a suceder a corto/medio plazo, que agradece el contacto físico de un apretón de manos o un abrazo, y que muchas veces precisa que nos paremos un poco más con él para conversar, para que la toma de decisiones compartidas se base no en la superficialidad de la relación sino en un entorno donde se permita que lo más íntimo esté en la relación entre profesionales y pacientes. Todos estos aspectos, aportan confianza a la relación.

Mucho por hacer para que la pandemia no abandone lo que se hacía avanzado en humanización. Ayudemos a humanizar los centros sanitarios y su atención y no perder todo lo andado.

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