El 2021 va a ser el año de las vacunas. Y cómo dice el gran profesor e inmunólogo Alfredo Corell @alfrefocorell Vacunas covid-19: Si no lo haces por ti, hazlo por el rebaño.
La vacuna ha llegado a España. Araceli ha sido la primera persona vacunada en nuestro país. Y yo pido prudencia y paciencia. Cada vez sabemos más cosas sobre la covid-19 pero seguro que hay cosas que no sabemos, con un virus que nos desconcierta una y otra vez. Y es que tenemos algunas evidencias y muchas incertidumbres. Lo que sabemos que no sabemos: en esta pandemia de Covid-19, la certidumbre suele ser la otra cara del conocimiento.
@javierpadillab explica: El inicio de la vacunación en España es una noticia fantástica. Se dice que no es el final del camino en términos de la epidemia, que queda mucho aún. Es cierto, pero también hay que aplicarlo a la generación de conocimiento. Hay que seguir enfatizando los item que nos faltan. Ni negacionismo del éxito que esto supone (y de los buenos datos que tenemos publicados hasta ahora) ni triunfalismo que invisibilice que, como todo proceso de investigación, está a medio camino aún en la generación de conocimiento. Ahora toca algo muy complejo, además: realizar una vacunación masiva, priorizando grupos de alta vulnerabilidad clínica o social, siendo transparentes (mientras somos relevantes) y señalando lo que se consigue y lo que no. Y todo ello en un entorno de hipertrofia de la anécdota.
Y en artículo escrito de Javier con @maiteazules y @j_hortal comentan: Son muchos los criterios posibles que pueden ponerse sobre la mesa a la hora de priorizar a quién vacunar primero. En el artículo nos mojamos, claro.
1º: Vulnerabilidad clínica y quienes sostienen la vida.
2º: Vulnerabilidad social y rol especial en transmisión (ajustar según lugar).
3º: Generalización basada en voluntariedad.
@shora escribía que: Las expectativas negativas a un determinado tratamiento pueden originar efectos negativos que no se deben a dicho tratamiento. La comunicación sobre efectos adversos es clave para controlar miedos.
Y @luisotobajas comentaba: Se puede vacunar con precaución a personas con antecedente de reacciones alérgicas graves (anafilácticas), a cualquier otra vacuna o tratamiento inyectable por vía intramuscular.
Las siguientes situaciones relacionadas con alergias NO SUPONEN CONTRAINDICACIÓN ni precaución para recibir esta vacuna:
‒ Historia de alergias a animales, alimentos, insectos, látex u otras alergias no relacionadas con vacunas o medicación inyectable.
‒ Historia de alergia a medicinas administradas por vía oral.
‒ Alergias no graves a otras vacunas o fármacos inyectables.
‒ Historia familiar de anafilaxia.
‒ Cualquier otro cuadro de anafilaxia no relacionado con vacunas o con fármacos inyectables.
La vacunación debe posponerse en personas con enfermedad aguda grave, pero una enfermedad leve sin fiebre o sin afectación sistémica no es una razón válida para posponer la vacunación. Se recomienda separar la vacuna COVID-19 de otras vacunas previstas un mínimo de 7 días, para evitar la coincidencia de efectos adversos que puedan atribuirse erróneamente a esta vacuna.
Y añadía sobre SEGURIDAD: La seguridad de una vacuna, tanto de la COVID-19 como de cualquier otra vacuna, se suele saber entre las seis y ocho primeras semanas de lo sensayos clínicos. Es extremadamente raro que una vacuna produzca algún efecto secundario tiempo después, a medio o largo plazo, principalmente porque a nivel químico y biológico cumplen una única misión muy concreta y acotada en el tiempo.
Ante ello, @je_pala advierte: La vacuna no es un talismán mágico contra la #COVID19, como no lo es la mascarilla ni el ventilar: como la higiene de manos y la distancia, son medios a combinar para controlar la pandemia. No debe pasar como con la mascarilla, que al aumentar su uso descendió la higiene de manos.
Y en ese entorno @gorka_orive habla de inmunidad por un lado y de desigualdades por el otro:
1. La inmunidad de grupo o de rebaño (65% inmunizados) no se alcanzará mediante la inmunidad natural tras infección. La vacunación es el único método científico y moral para lograr tal objetivo.
2. Los países "ricos" aseguran más de la mitad de las dosis de vacunas del 2021. Mientras algunas naciones solo podrán vacunar al 20% de la población, otros países han reservado suficientes dosis como para inmunizar a las suyas varias veces.
Y termina con un gráfico que vale la pena leer:
Un brutal gráfico de la revista @nature: tiempo transcurrido entre el descubrimiento de un patógeno (ligado a una enfermedad) y la comercialización de su vacuna correspondiente.
Y @alfredocorell explica: No podemos bajar la guardia. Somos muchos millones de personas en el mundo y la estrategia de vacunación debería ser global, no nacional. Necesitamos mas de 5.100 millones de vacunas (más de 10.000 millones de dosis porque muchas de ellas requieren de dos dosis). Así que nos quedan muchos meses por delante. Al lado de esto, hay un dato aún más importante. Sabemos que con las primeras vacunas disponibles, los vacunados quedan inmunizados frente a una eventual infección por el SARS-CoV2. Pero hay dudas de si consigue detener totalmente el contagio. Es decir, en los vacunados el virus aún podría crecer en sus vías respiratorias y propagarse. La publicación científica de los resultados de la vacuna de pfizer-biontech plantea este interrogante, aún hoy pendiente de resolver.
Por tanto, mientras no haya vacunas “esterilizantes” (que además de proteger, detengan el contagio) o no tengamos 2 de cada 3 personas inmunizadas, el comportamiento social debe ser como hasta ahora. Tendremos que seguir con medidas de prevención e higiene: Uso mascarillas, higiene frecuente de manos, distancia física de 1,5 metros y ventilación eficaz en los espacios cerrados.
Avanzamos. Pero seguimos protegiéndonos. El tiempo dirá cuando podremos sentirnos seguros. Mientras tanto: Ms