Envejecer para una buena vida. La importancia de los 40 y los 60 años

Llevar una buena vida social, con un buen círculo familiar y de amistades, y aficiones como la música y la lectura, favorecen un envejecimiento saludable

Profesor de la EASP. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Acompañamiento a una persona mayor.

Un grupo de científicos descubrió que los seres humanos envejecen a nivel molecular en dos ráfagas aceleradas: primero, a los 44 años, y luego, de nuevo, a los 60.

En un estudio publicado en la revista académica Nature Ageing, científicos de la Universidad de Stanford y de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, siguieron a 108 participantes durante varios años para observar los cambios del envejecimiento en sus moléculas: ARN, proteínas y microbioma de los participantes. Descubrieron que el envejecimiento humano no se produce de forma gradual y lineal. Más bien, la mayoría de las moléculas que estudiaron mostraron cambios acelerados y no lineales a las edades de 44 y 60 años. No envejecemos gradualmente. 

Algunos momentos en el tiempo son especialmente importantes para nuestro envejecimiento y nuestra salud. Por ejemplo, la capacidad de metabolizar la cafeína disminuye notablemente, primero en torno a los 40 y de nuevo en torno a los 60 años. Los componentes implicados en el metabolismo del alcohol también disminuyen, sobre todo en torno a los 40 años. La gente suele sufrir lesiones musculares y ve cómo su acumulación de grasa se dispara a los 40 (en relación con el metabolismo de los lípidos), y definitivamente la sarcopenia (pérdida de masa muscular) afecta a la gente a los 60. Ambos grupos de edad experimentaron cambios en las proteínas que mantienen unidos los tejidos, lo que probablemente ayuda a explicar los cambios cutáneos, musculares y cardiovasculares, añadió.

Los riesgos de enfermedad también aumentan más rápidamente, sobre todo a partir de los 60 años. El estudio descubrió que las personas de 60 años o más son más susceptibles de padecer trastornos cardiovasculares, problemas renales y diabetes de tipo 2.

Encontrar patrones como éstos puede ayudar al diagnóstico y la prevención de enfermedades, según el estudio, que afirmó haber identificado también marcadores clínicamente útiles que pueden servir para mejorar la gestión de la atención sanitaria y el bienestar de las poblaciones en proceso de envejecimiento.

Dado que el envejecimiento acelerado en las mujeres podría haberse atribuido a la menopausia (que suele producirse entre los 45 y los 55 años), se descubrió que los resultados eran similares, lo que sugiere que un punto de transición en torno a los 55 años podría ser un fenómeno común para ambos sexos.

Un estudio anterior realizado por investigadores de Alemania y Estados Unidos descubrieron que existe otra ola de envejecimiento en torno a los 75 años.

En cuanto a lo que hay que extraer de sus hallazgos, los investigadores aconsejan hacer cambios en el estilo de vida, como beber menos alcohol y hacer más ejercicio cuando se acerquen estos años cruciales de los 40 y los 60. Y que las personas que se acercan a los 60 que vigilen su consumo de carbohidratos y beban mucha agua para ayudar a la función renal.

Cuidarse más en momentos concretos de la vida, pero mejor hacerlo antes para que la mejora de los estilos de vida tenga un mayor efecto. 

Además, es clave tener un buen genoma, con las variantes genéticas que den una ventaja evolutiva, lo que implica menor inflamación crónica y una buena reducción calórica, junto a la dieta, muy rica en yoghurts, por ejemplo, que explican una composición diferente de su microbioma.

También llevar una buena vida social, con un buen círculo familiar y de amistades, y aficiones como la música y la lectura, favorecen un envejecimiento saludable. 

Por tanto, estilos de vida saludables, principalmente en determinados momentos de la vida, son clave para un mejor envejecimiento con buena salud. 

Archivado en: