Quien me conoce y me lee sabe que defiendo la importancia de cuestionar las propuestas que recibimos para proponer propuestas de mejora. No se trata de cuestionar por cuestionar, sino de no tener una visión de obediencia ciega para plantear una inteligencia desobediente. Con eso digo que cuestionar a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) nos pone a todos en peligro, en un entorno donde es necesario decir que la actuación de la Aemet en la DANA ha sido muy buena. Sabemos que el riesgo cero no existe. Trabajemos en reducir al mínimo la vulnerabilidad de un cambio climático que está causando una aceleración del ciclo del agua, lo que a su vez causa eventos de lluvia más violentos.
La previsión de ciertos riesgos naturales como los derivados de fenómenos atmosféricos, como son las inundaciones, admiten cierto nivel de predicción. Esas predicciones se hacen con la ayuda de modelos que permiten con cierta probabilidad de certeza pronosticar la evolución atmosférica. Y eso es lo que ha hecho la AEMET en un entorno en el que todos deberíamos ser protección civil, ya que la cultura preventiva atañe a todos y todas.
Sin embargo, cuestionar el trabajo de sus profesionales para lo único que sirve es para que la población desconfíe de las alertas futuras y del trabajo de los meteorólogos. Eso, como se ha visto, acaba en desgracias personales.
El concepto de riesgo es resultado de la combinación de la exposición, la peligrosidad y la vulnerabilidad y la Agencia Estatal de Meteorología, la AEMET ha publicado un comunicado en el que explica la cronología de las alertas emitidas en los últimos días por la DANA y aclara sus funciones, después de que políticos como el líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo la haya criticado desafortunadamente y solo con el interés de sacar rédito, tras las trágicas inundaciones en la Comunitat Valenciana.
Hechos
Jueves 24 de octubre: Aemet lanza el primer aviso sobre una DANA que afectaría al este peninsular con intensidad.
Viernes 25 de octubre: Aemet publica una nota informativa a nivel nacional, advirtiendo sobre la probabilidad de lluvias torrenciales en el Mediterráneo y acumulados de más de 150 mm. El meteorólogo Juan Jesús González Alemán advirtió en redes que la DANA podría ser “de alto impacto”, “de las que serán recordadas en la vertiente mediterránea”.
Sábado 26 de octubre: La delegación de Aemet Comunitat Valenciana emite un nuevo comunicado sobre el riesgo de una “gota fría” para el martes 29 y miércoles 30, con lluvias intensas y persistentes.
Domingo 27 de octubre: La Aemet emite un aviso especial señalando que las lluvias serían “torrenciales” en el área mediterránea, con acumulados que podrían superar los 150 mm en 24 h. Recomendaban tomar precauciones y que “en el área mediterránea los chubascos serán muy fuertes o, incluso, torrenciales”.
Lunes 28 de octubre: La Aemet eleva el nivel de alerta a naranja en Valencia, indicando un “riesgo importante” de lluvias intensas y persistentes para el martes. La Generalitat Valenciana empieza a prepararse, pero no se emite alerta en móviles.
Martes 29 de octubre, 6:42 h: La Aemet declara el nivel naranja en Valencia, advirtiendo sobre lluvias intensas con acumulados de al menos 100 mm en 12 h.
Martes 29 de octubre, 7:36 h: La Aemet actualiza el aviso a nivel rojo para el interior norte de Valencia, señalando un “riesgo extremo” por lluvias torrenciales con acumulados de hasta 180 mm. Las autoridades recomiendan máxima precaución.
Martes 29 de octubre, 8:04 h: La alerta roja se extiende al litoral sur de Valencia. La Aemet advierte de “lluvias de intensidad torrencial” y recomienda evitar desplazamientos. La situación es ya complicada en varios municipios.
Martes 29 de octubre, 8:45 h: La Aemet Comunitat Valenciana publica en su cuenta de X un vídeo donde ya se observan calles inundadas.
Martes 29 de octubre, 9:20 h: La Aemet alerta: “Lluvias torrenciales en puntos de la Comunitat Valenciana. El peligro es importante, e incluso extremo en algunas comarcas”. Piden evitar cauces y zonas bajas inundables.
Martes 29 de octubre, 11:27 h: El portavoz de Aemet publica un video advirtiendo sobre “una situación de gran adversidad en el área mediterránea por lluvias torrenciales”. Los avisos rojos se mantienen.
Martes 29 de octubre, 11:41 h: La Universitat de València, tras haber cancelado las clases, comunica que se suspenden también todas las actividades docentes, administrativas, de investigación y culturales en todos sus campus.
Martes 29 de octubre, 11:50 h: La Confederación Hidrográfica del Júcar alerta sobre el desbordamiento de varios barrancos y la crecida “importante” del río Magro, que amenaza varias zonas de la provincia.
Martes 29 de octubre, 12:00 h: Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, emite un mensaje de calma, señalando que el temporal disminuiría su intensidad hacia las 18:00 horas. Posteriormente borró el tuit publicado en su cuenta oficial en X donde realizaba tal afirmación.
13:35 h: La Aemet informa de precipitaciones acumuladas superiores a 200 litros/m² en varias zonas de Valencia, y más de 149 litros en localidades como Requena.
14:00 h: La Diputación de Valencia cierra sus centros de trabajo y envía a los empleados a casa. Para entonces, la alerta en móviles aún no se ha activado, pese al riesgo extremo en varios municipios.
16:00 h: Se convoca al Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) para coordinar la emergencia. Los caudales de ríos y barrancos siguen subiendo, y los desbordamientos ya afectan a localidades.
16:57 h: Emergencias de la Comunidad Valenciana muestra videos de la situación en Utiel, donde las calles están inundadas y el agua arrastra vehículos. La situación en esta localidad es crítica.
17:35 h: El Centro de Coordinación de Emergencias emite una alerta hidrológica en los municipios cercanos al río Magro y el barranco del Poyo, ante el riesgo de desbordamientos generalizados.
17:54 h: La Aemet prolonga el aviso rojo hasta las 20:00 h. Las lluvias torrenciales no cesan, y los municipios siguen recibiendo recomendaciones de extremar precauciones y evitar desplazamientos.
18:00 h: Comienzan a circular en redes las primeras imágenes de rescates en Utiel. Un helicóptero evacúa a una mujer atrapada en su vivienda.
18:30 h: El barranco del Poyo se desborda en Torrent, inundando varias localidades del área metropolitana de Valencia. La alerta de Protección Civil sigue sin activarse.
20:03 – 20:11 h: Finalmente, Protección Civil activa la alerta en móviles para toda la provincia de Valencia, indicando evitar desplazamientos. Pero para entonces, las inundaciones ya han causado estragos en numerosos municipios.
La peligrosidad implica conocer la probabilidad de ocurrencia del fenómeno. La anticipación, mejorando las predicciones, es la herramienta que debemos perfeccionar constantemente. La vulnerabilidad es el reto principal que nos queda. Para ello debemos volcarnos en la prevención, la mejora de la respuesta y las acciones post-emergencia o fase de reconstrucción, que permita la vuelta a la normalidad lo antes posible.
El impacto de los fenómenos meteorológicos depende de la preparación para afrontarlos. La Aemet explica que sus sistemas de observación y seguimiento permiten hacer predicciones, pero son las autoridades competentes en materia de protección civil las responsables de emitir los avisos que correspondan y de adoptar las medidas de protección más adecuadas. La información se pone a disposición automáticamente, entre otras, de las autoridades competentes en materia de emergencia y protección civil, ya que la evaluación del peligro de una alerta corresponde a las administraciones autonómicas.
Propuestas de mejoras en la gestión del riesgo
Los efectos de la reciente DANA subrayan la necesidad de mejorar la gestión del riesgo sobre la base de la prevención, la preparación y la respuesta eficaz. Estas son algunas propuestas en la línea de lo que plantea José María Bodoqué en The Conversation
• Mejorar la percepción del riesgo: mediante campañas de comunicación adaptadas a diferentes públicos, utilizando medios locales, redes sociales y aplicaciones móviles para difundir los mapas peligrosidad y de riesgo existentes, o los planes locales de protección civil, entre otras fuentes de información disponibles.
• Ante un riesgo natural la gente no solo necesita información, sino también formación. Todo ello queda mermado en su eficacia si no se complementa con una verdadera cultura preventiva en la población que tiene que afrontar la situación.
• Crear índices de vulnerabilidad que deben considerar las dimensiones social, económica, física, institucional, cultural y ambiental lo cual ayudaría a identificar áreas prioritarias y focalizar recursos en las zonas de mayor riesgo.
• Desarrollar mapas de peligrosidad y de riesgo con base probabilística, a fin de permitir la toma de decisiones informadas en función de la probabilidad.
• Mejorar la resiliencia de la infraestructura urbana: incentivando la adaptación de los edificios ubicados en áreas de riesgo, mediante la instalación de barreras de contención y compuertas antiinundación o mediante la elevación de la cota de acceso a la primera planta del edificio.
• Mejorar los sistemas de alerta meteorológica: para ello se requiere desarrollar nuevos modelos y tecnologías que maximicen la precisión de los pronósticos. Con ello, se podrá incrementar la eficiencia de los sistemas de aviso por mensajería soportada por telefonía móvil como ES-ALERT, que permite a las autoridades de protección civil alertar a la población sobre la necesidad de evitar desplazamientos a los centros escolares o laborales en caso de ocurrencia de lluvias torrenciales.
Y termino diciendo algo en lo que creo profundamente: es fundamental mejorar la percepción social del riesgo, mediante el desarrollo de planes de comunicación. Y elegir buenos portavoces. No puede ser que el portavoz de una crisis sea un político. Lo ideal es que sea una persona con formación técnica importante y con gran capacidad de comunicación.
¿Cómo hacer que funcionen mejor? Fomentando la confianza en las instituciones científicas, no sembrando dudas sobre su inexactitud, como dice el periodista científico, Javier Salas.