España ha entrado en una nueva fase y Mariano Rajoy se enfrenta a la misión ¿imposible? de gobernar. De momento el día 13 de enero se constituyen Las Cortes y en dos meses saldremos de dudas sobre la capacidad de nuestros políticos de ponerse de acuerdo en lo que interesa a los españoles, no a ellos. Todos son protagonistas, quieran o no, de una segunda transición política, y social. Que será un tsunami si no se emplean a fondo en su trabajo. Pablo Iglesias habla de “las fuerzas del cambio” y fija puntos de “blindaje” sensatos pero que, según la ley, necesitarían del PP y el PSOE para cualquier cambio constitucional.
Dicho esto ¿tan grave es que los catalanes se expresen con libertad ante las urnas? ¿Y si votan masivamente que no? Resulta que la cuestión territorial se antoja como clave, una línea roja en estos momentos. Pero los días pasarán. Y eso no puede provocar ansiedad en el PSOE, por muchas presiones que los mercados –hasta el Banco de España se suma- ejerzan para la formación de un gobierno estable. Y en esto Artur Mas avanza para ser presidente de la Generalitat antes que Rajoy.
Me llama la atención la vehemencia con la que los dirigentes del PP, Rajoy el primero, reclaman que se permita gobernar al partido más votado. Un enorme sarcasmo si recordamos que Susana Díaz, hoy presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE-A, se pasó casi 3 meses esperando que eso sucediera, que el PP le facilitara la gobernabilidad, pero su líder andaluz, Juan Manuel Moreno, no aceptó, lo que llevó a Ciudadanos a impulsar un sólido acuerdo de investidura.
Díaz, y otros dirigentes socialistas (García Page, Fernández Vara), no quieren ni oír hablar de pactos con secesionistas y menos facilitar el gobierno a Mariano Rajoy. Si los españoles hemos situado al PSOE como segunda fuerza política y por tanto en la oposición, ahí debería estar. ¿Se rebelarían los diputados andaluces contra la disciplina de partido ante un eventual pacto multipartito liderado por Pedro Sánchez? Esas cosas no ocurren en un partido serio y consolidado. Creo. Pero ser presidente del Gobierno es lo máximo para un político. Reflexionen.
Se lo escuché en Sevilla a Cándido Méndez, secretario general de la UGT, en una intervención pública días antes de las elecciones. Su pronóstico fue que esta legislatura durará dos años como máximo. El PP dejó aprobados los Presupuestos Generales del Estado para 2016, con mucha vista política ante lo que pudiera pasar. Prorrogarlos en 2017, si no obtiene los apoyos parlamentarios, es posible. Mientras, en estos dos años los populares cuentan con factores económicos externos que contribuyan a la recuperación. Pero tiene que ser presidente.
Lo cierto es que un Congreso tan fragmentado y un Senado con mayoría del PP no auguran una legislatura tranquila para nadie, amén de que la oposición de Podemos será dura, inteligente y muy pegada a la calle. Si Pedro Sánchez juega sus cartas como jefe de la oposición mayoritaria podrá hacer un enorme y fructífero trabajo. Y no olvidemos que tanto PSOE como PP deben afrontar sus respectivos congresos sin que sepamos si Sánchez y Rajoy serán los únicos candidatos o candidatas. Aquí hay que estar atento a todo. Y en especial a Aznar, la conciencia de los populares. No es el lado oscuro de la fuerza, es la esencia del mejor PP.
Ni siquiera sabemos aún (no hay nombres) quienes serán los presidentes del Congreso y del Senado aunque es cuestión de días. No se desesperen. Y tampoco conocemos el grado de transparencia que tendrán esas rondas de negociaciones, almuerzos y encuentros que, en el caso de Rajoy, ya se ha encargado de advertir que se harán “con discreción”. Pero ¿serán más transparente el resto de las fuerzas políticas? ¿O tendremos una docena de mesas camilla?
Veo a los del Sálvame en los pasillos del Congreso. Y es que aquí nadie sabe nada con certeza, y que estamos en Navidad, con días festivos por medio que pondrán al ralentí la maquinaria política. Las negociaciones serán largas, salvo sorpresas, y cada parte irá cediendo o aportando puntos comunes, sin miedo a unas nuevas elecciones ¿con los mismos candidatos e idénticos programas?, una segunda vuelta otra vez con el mismo lamentable sistema electoral.
Lo que me pregunto ahora es si suavizarán el blindaje policial de Las Cortes, que durante muchos meses han estado enjauladas. Si la calle ha tomado por las urnas el Congreso (el Senado, con lo poco que sirve, es otro cantar) hay menos posibilidades, creo, de algaradas. La protección no ha bajado, además, porque están vigentes las medidas derivadas del nivel 4 de alerta antiterrorista.
Y en el plano local, Ganemos Jerez llevará al pleno de hoy en mi ciudad natal, Jerez, una propuesta para erradicar la pobreza energética. Dicha propuesta conllevaría la puesta en marcha de un Plan Estratégico Contra la Pobreza Energética “sujeto a la creación de una mesa de trabajo en la que participarían todos los grupos políticos del Ayuntamiento, las ONG´s, las plataformas ciudadanas y las empresas suministradoras”.
En esta línea, Ganemos propone “la creación de un bono social especial definido por esta mesa de trabajo, previo informe por parte de los Servicios Sociales, para otorgar ayudas destinadas a evitar el corte de suministro eléctrico”. La agrupación de electores también entiende necesario trabajar para ofrecer formación a las familias en materia de ahorro y eficiencia energética y, ya por último, instará al Gobierno Central a elaborar una Ley contra la Pobreza Energética.
Hay series de la Fox que me gustan a rabiar, Scandal es una, Empire otra. La primera por su elevado nivel de intrigas políticas y la segunda porque revuelve las entrañas de un sello musical norteamericano, con grandes estrellas. Precioso este tema You are so beautiful, interpretado por toda la “familia” en la serie.
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