Espartanos, nunca tuvisteis un Partenón. Ni conocisteis a Fidias. Ni visteis a Sócrates. Ni salisteis jamás de la caverna. Nunca supisteis de Pericles. Ni leísteis a Solón. Ni El Banquete. Ni entenderéis al Demiurgo.
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Atenas representó en la Antigüedad la esencia misma del más elevado espíritu político y filosófico. En Atenas habitaban oradores incomparables y eruditos de toda índole que proyectaron el helenismo hacia Occidente.
Pensadores de talla incomparable convivieron con escultores irrepetibles, arquitectos únicos, y escritores alucinantes.
Su filosofía es aún un reclamo para todo el que quiera entender el mundo contemporáneo.
Junto con las leyes y organización social de Roma, y los valores del cristianismo, Grecia, con Atenas como faro, es una de las principales raíces de Occidente.
El contrapunto de Atenas estaba en Esparta. Era un pueblo construido a garrotazos donde la civilización era sustituida por el brutalismo y la beligerancia. Conquistaron Laconia, en el Peloponeso.
Se dice de los 'lacónicos' que son breves y concisos. Pero no lo son porque sean parcos en palabras. Lo son porque tienen estrechas miras de pensamiento. En román paladino, lo son porque son más brutos que un 'arao'. Incultos, y con pocas dotes para la política y la oratoria, los habitantes de Laconia encontraban en la guerra y el asesinato su única inspiración en la vida.
Se dice que Filipo -padre de Alejandro, el genio educado en la tradición filosófica ateniense, y en la organizada vida militar macedonia- mandó un emisario a Esparta para solicitarles la rendición de la ciudad en su campaña de conquista de Grecia.
El emisario llegó y le dijo a los espartanos: ¿conocen ustedes que en caso de no someterse y rendirse tendrán como consecuencia pretérita e inexcusable la irremediable destrucción segura de la ciudad que habitan, y la muerte inexorable de sus habitantes?
El portavoz espartano respondió con un: "sí". Y no dijo nada más. Lacónico. Parco. Le faltó escupir al suelo.
Desde entonces se dice de las personas con poca capacidad para las letras, el diálogo y el habla que son "lacónicos"
Resulta curioso que hoy en día las personas ubicadas en la oratoria más lacónica posible sean la voz del PSOE de Jerez en la ciudad y en Madrid.
Con este hecho, contrastado, se puede decir que el fracaso del proyecto colectivo ha concluido. Ya es una evidencia científica. Y los responsables no son dichos portavoces solamente. Lo son también aquellos que aplaudieron este sinsentido a cambio de dos monedas para el barquero.
Que Caronte les salude en Estigia.
Los que nos libramos de ese yugo a tiempo hemos visitado demasiadas veces la Acrópolis como para saber que Grecia ya no es la que era.
Y también sabemos que al final Filipo conquistó Grecia, y arrasó Laconia. Después su hijo conquistó el Mundo, para finalmente ser asesinado por quienes le llamaban amigo y hermano.
Concluyo diciendo que para estudiar Grecia, se puede estudiar a sus dioses o a sus hombres y mujeres. Entre los dioses había un Prometeo encadenado. Y entre los mortales, un Ulises transformado por Atenea, con muchas ganas de llegar a casa y expulsar a quienes querían usurpar su trono en Ítaca.
De la misma forma que siglos después Jesucristo expulsó a los mercaderes del templo.
Pero esa es otra historia...