¿Está usted ya deshumanizado?

La opción de López Obrador, y ahora de Claudia Sheinbaum, en México no es una opción en favor de la delincuencia y la corrupción, sino una opción contra la pobreza para reconstruir esencialmente la sociedad humanizándola

Claudia Sheinbaum, tras ser elegida presidenta.

La gran noticia con que empieza el mundo, este lunes, viene de México: no ganó la elección la opción política que resume su ideología en acabar con la delincuencia, sino la opción política centrada en mejorar la situación de pobreza de todos los mexicanos. Ganó, en definitiva, la opción humanizadora de la política. Son las derechas extremadas, las extremas derechas y las izquierdas derechizadas y permeables al neoliberalismo, o las izquierdas resentidas y ortodoxas poseedoras de la verdad, las que aspiran a alcanzar el poder y no aspiran a mejorar la vida de las personas.

Sabemos que la pobreza crea y alimenta la delincuencia. Es vieja la pregunta sobre si queremos gastar el dinero en policías y en cárceles o en escuelas, que además dan de desayunar y almorzar. Son dos opciones ideológicas, aunque haya gente que quiera pensar que no, que usar a la policía es natural y enviar a løs niños a la escuela es ideológico. Benegas Lynch, compañero político y entrañable de Javier Milei, dijo hace apenas unas semanas que "libertad es que un padre diga que necesita a su hijo en el taller y nadie lo obligue a enviarlo a la escuela". No enviar a los hijos a la escuela es ideológico, reaccionario, deshumano. Estos políticos, al mismo tiempo, quieren reducir la edad penal en Argentina a los trece años de edad. Son los mismos políticos que acaban de recibir e incumplir una orden judicial federal de entregar alimentos almacenados y pudriéndose a los millones de personas pobres que no tienen para comer.

Los mismos políticos que se acaban de subir obscenamente sus sueldos y que pagan sobresueldos, pero acusan a la OEI del problema creado por ellos, y sale la Organización de Estados Iberoamericanos a decir que no los envuelvan en nada. Son los políticos de la derecha extrema y la ultraderecha, Milei, Vox, Feijóo, Moreno, Díaz Ayuso, etc. Si una opción política se lleva la palma de la corrupción política en España son las derechas, ¿o hemos olvidado los miles de casos judiciales por corrupción contra el PP?

La opción de López Obrador, y ahora de Claudia Sheinbaum, en México no es una opción en favor de la delincuencia y la corrupción, sino una opción contra la pobreza para reconstruir esencialmente la sociedad humanizándola, y desde ese fundamento ir acabando con la violencia y la corrupción. Todo es urgente, pero el hambre es lo más urgente, porque el hambre crea, además, violencia y corrupción. El hambre de los otros nos hace peores, nos ensucia el alma, aunque no nos demos cuenta, y un día también nosotrøs pagamos las consecuencias.

La mano dura, sea neoliberal o estalinista, crea hambre y llena la vida de violencia, nos destruye como seres humanos, nos vuelve tristes y cachivaches. A los votantes se les olvida siempre que las dictaduras de Argentina, Uruguay y Chile fueron de economía neoliberal: que mientras los militares secuestraban torturaban y asesinaban, había economistas que hacían con la economía una timba y se enriquecían miserablemente, mientras grandes masas de población eran condenadas al hambre. ¿Cuántas personas asesinó el capitalismo? No las hemos contado todavía, pero deberíamos.

La opción en favor de los ricos ya no la defienden ni los ricos, que piden pagar más impuestos. "El ser humano es un ser social y el que no, es un dios o un ser envilecido", decía Aristóteles. Así que mucha gente ha decidido considerarse a sí misma príncipes o dioses, con ayuda del marketing y la publicidad, actitud que sobre todo muestra ignorancia y estulticia. Parece fundamental volver a ser, todos nosotros, seres humanos plenos. Las políticas sociales, la justicia social, no son una aberración como viene Milei a España a decir en los mítines de Vox. La aberración moral e intelectual es negar que los ricos existen a costa de los pobres, y que Milei es un resentido y el títere que está utilizando la ultraderecha internacional y la argentina. Un ser humano triste que defiende los monopolios, incluso prohibidos en Estados Unidos de América. Los empresarios no son héroes, son empresarios, y no todos son trigo limpio, como en todas las actividades humanas. Por eso hacen falta leyes que restrinjan los caprichos. La libertad no es el justificante para hacer lo que nos dé la gana. La libertad es hacer lo que queramos con respeto al resto de las opciones y a las leyes comunes. Pero pretender que la simple expresión libre de otra opción nos ofende es una barbaridad antidemocrática y anti libertad, que solo demuestra la calidad infantil de quien niega la libertad de ser y pensar diferente a las personas diferentes a nosotros.

El hambre no es una opción, es una condena injusta, y el motor de la violencia y la corrupción.