La percepción de lo que nos rodea es inversamente proporcional a la velocidad de desplazamiento, siendo el paisaje el vistazo rápido, plantas y animales el detalle de observarlos detenidamente, incluso identificándolos.
Los modos de desplazamiento más usados son el caminar - muy recomendable subir cuestas y escaleras -, correr si tienes prisa, bicicleta, moto, coche, autobús, tren, avión, y menos comunes en globo y a caballo.
"Espacio natural, de alto valor ecológico y cultural, poco transformado por la explotación o actividad humana que, en razón de la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna, de su geología o de sus formaciones geomorfológicas, posee unos valores ecológicos, estéticos, culturales, educativos y científicos destacados cuya conservación merece una atención preferente y se declara de interés general del Estado", define Parque Nacional.
Su conocimiento depende de la atención dedicada, de la formación recibida, y del lugar dónde nos encontremos. Y digo esto porque en el PN Doñana no es posible adentrarse a pie, de manera ofertada y organizada contratando un guía local, varios días durmiendo a la intemperie o en una choza, sintiendo las diferentes épocas del año de una de las mayores reservas de biodiversidad de Europa.
El impacto de vehículos motorizados de excursiones programadas en suelo, ruido, atropellos, masificación de grupos, en un espacio único, quizás no esté bien evaluado, sin alternativa posible.
Los pocos investigadores y los últimos ganaderos de ganado marismeño son los afortunados en vida de poder conocer las entrañas de la diosa Astarté. Quizás si lo pateáramos, lo defenderíamos con más ahínco, sintiéndolo como propio y orgulloso de mostrarlo. Mientras, caminen por el resto de Parques Nacionales mundiales, fomentando la economía de naturaleza accesible, sabiendo que no se ama, valora y defiende lo que no se conoce.