Esta historia constituye toda una primicia. Muchas personas conocen a Daniel Ortega Martínez (Fuentecén-Burgos, 1898-Cádiz, 1941), líder indiscutible de los comunistas gaditanos durante la Segunda República, vocal del Comité Central en julio de 1923 y en marzo de 1932 y diputado a Cortes por Cádiz en febrero de 1936; pero, cuando a finales de diciembre de 1922, Daniel regresó de Madrid convertido en un conocido miembro del partido y se instaló en la casa de sus padres en Cádiz, no llegó a un lugar sin militancia comunista alguna, como se creía, ni mucho menos. En Jerez hacía meses que bullía un pequeño grupo de comunistas escindidos del PSOE y que la noche del 1 de marzo de 1923 se constituyó en agrupación comunista; la primera y única de la provincia de Cádiz en ese periodo histórico del comunismo español.
Aunque la constitución formal en el Registro de Asociaciones del Gobierno Civil, con la entrega de los preceptivos Estatutos, no tuvo lugar hasta el mes de julio, el órgano central del Partido Comunista de España -La Antorcha- informaba del momento preciso en que se formó la Agrupación Comunista en la ciudad.
El miembro del Comité Central Eduardo Torralva Beci (Santander, 1881), de gira de propaganda por Andalucía, llegó a Sevilla en febrero de 1923 para participar en un mitin pro-presos junto con la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). El mitin fue suspendido, pero Torralva aprovechó para dar en Sevilla tres conferencias: en la Sociedad de Dependientes de Comercio, en la Agrupación Comunista y en la Sociedad de Cigarreras 'Nicot'. Continuando la gira, "llamado por algunos compañeros", viajó a Jerez de la Frontera para dar una conferencia en un acto organizado por la Sociedad del Arte de Imprimir en la casa colectiva de la calle Ávila. El título fue 'Necesidad y justicia de una amnistía para los presos y perseguidos por delitos políticos y sociales' y tuvo lugar la noche del jueves 1 de marzo de 1923. Según la nota, "después de la conferencia pública, el compañero Torralva Beci reunió en una secretaría de dicha sede a los comunistas y simpatizantes de la localidad con los que tuvo una extensa y fecunda conversación de la que surgió la formación de la Agrupación Comunista de Jerez, que quedó constituida aquella misma noche".
Según los estatutos, la Agrupación debía tener más de diez miembros, y el primer Secretario General de la misma fue el obrero metalúrgico Andrés Bonilla Benítez.
Pero si retrocedemos un poco más en el tiempo, y nos situamos en la gira de propaganda que realizaron los miembros del Comité Central, Ramón Lamoneda y José Rojas, en el otoño de 1922, con el fin de celebrar en Sevilla un Congreso constitutivo de la Federación Comunista Andaluza, conoceremos que la única localidad de la provincia de Cádiz donde dieron una conferencia fue Jerez de la Frontera. José Rojas Luis, joven cantero madrileño y antiguo líder de la Federación de Juventudes Socialistas, fue el que pronunció el 22 de septiembre de 1922, en el local de la Sociedad de Vidrieros de la fábrica de botellas de Jerez, la conferencia 'Misión histórica del comunismo'. Según la nota de prensa, "durante hora y media tuvo la atención de los numerosos obreros jerezanos que le escuchaban, exponiendo con claridad y en forma persuasiva las doctrinas y tácticas de la Internacional Comunista". Dicho acto estuvo presidido por Andrés Bonilla, y la nota terminaba diciendo que tras dicha conferencia "quedó organizado el Grupo Comunista de Jerez que en breve será Agrupación". Como así fue.
En relación con esta gira andaluza de Lamoneda y Rojas, en el diario madrileño El Liberal del 30 de septiembre de 1922 aparecía una breve nota que informaba que en la Casa del Pueblo de Morón de la Frontera (Sevilla) se celebró pocos día después, el 27 de septiembre, un acto de propaganda comunista a cargo de José Rojas, miembro del Comité Central, disertando sobre "la obra del comunismo, exponiendo la transformación que el Partido comunista ha realizado en la Rusia soviética". Y acto seguido escribían: "Presidió Máximo Salazar, que hizo un breve resumen". De este tipógrafo y comunista jerezano ya hablaremos después, pero queda establecido ahora la importancia que, en ese momento, tenía en el Partido fuera de su localidad.
Andrés Bonilla Benítez es una figura prácticamente desconocida en Jerez y en Cádiz, a pesar de su dilatada trayectoria sindical y política, y su interesante biografía.
Había nacido en 1894 en el Barrio de San Miguel, aunque en su infancia la familia se mudó al Barrio de San Telmo, en cuya calle Sol n.º 54 vivirá muchos años. Desde muy jovencito comenzó a trabajar de cerrajero, y en busca de trabajo la vida le llevó a La Línea, donde se afilió a la Agrupación Socialista. A finales de 1919 regresó a Jerez. En febrero de ese año se había refundado la Agrupación Socialista jerezana y allí siguió con su militancia socialista en un periodo extremadamente convulso en España por el impacto que entre los socialistas y sindicalistas de la CNT supusieron el triunfo de la revolución bolchevique en Rusia (1917) y la fundación en el mes de marzo de 1919 en Moscú de la III Internacional o Internacional Comunista. De hecho, las Juventudes Socialistas fueron las primeras que acordaron su ingreso en dicha Internacional en su V Congreso (diciembre de 1919), y de la dirección de la Federación de Juventudes Socialistas surgió en abril de 1920 el primer Partido Comunista del estado español, hecho que aceleró los planes de los partidarios de la III Internacional (llamados "terceristas") que había en el seno del PSOE.
La decisión en el PSOE se aplazó hasta el Congreso extraordinario del 20 de junio de 1920, pero las discusiones y tensiones en la mayoría de Agrupaciones Socialistas fueron una constante. En la de Jerez también debió ocurrir así, pues hubo dos asambleas extraordinarias en el plazo de dos meses donde se trataron dicha cuestión. En la primera, celebrada el 3 de abril de 1920, además de reelegir como cargos dirigentes a Juan Bello Ruiz (presidente y corresponsal de El Socialista) y a Juan Máximo Salazar (Secretario), se acordó "por unanimidad" el ingreso del Partido en la III Internacional. Al mes siguiente, El Noticiero Gaditano publicaba la noticia de una nueva Asamblea Extraordinaria donde se volvió a elegir a Bello como presidente y ahora Máximo Salazar era el vicesecretario de la Agrupación, con el acuerdo unánime de ingresar en la III Internacional. Bonilla no estaba en esta Junta Directiva, pero algún cargo o ascendencia tendría que tener cuando en El Guadalete (Jerez) del 22 de junio de 1920 se informaba que "representando a la Agrupación Socialista de ésta, y para asistir a un Congreso Extraordinario, ha marchado a Madrid el obrero metalúrgico D. Andrés Bonilla".
Participó en dicho Congreso como delegado de Jerez y de La Línea (agrupación a la que había pertenecido el año anterior) y manifestó en la novena sesión del 23 de junio la posición de los socialistas a los que representaba: Bonilla, de Cádiz, dice que los campesinos de Andalucía conservan aún su espíritu impregnado de las predicaciones comunistas de Fermín Salvochea, y consecuentemente votan por la Internacional de Moscú.
En ese Congreso la mayoría de delegados (que representaban a 8.269 afiliados frente a 5.016) rechazaron el ingreso inmediato e incondicional del Partido en la III Internacional y decidieron enviar a Moscú a Fernando de los Ríos y a Daniel Anguiano (uno de cada tendencia) para negociar las condiciones de ingreso relativas a una línea política y táctica sindical propias y posponer la posición definitiva a la celebración de un nuevo Congreso.
El 13 de abril de 1921, tras el nuevo rechazo del ingreso en la III Internacional, el PSOE vivió una escisión de los "terceristas", que esa misma tarde fundaron un segundo Partido Comunista, el Partido Comunista Obrero Español (PCOE).
En Jerez de la Frontera no hay noticias de esa escisión, pero el socialista Juan Bello, en un artículo posterior, nombraba a Andrés Bonilla y a Juan Máximo como dos de los comunistas que en diciembre de 1920, en la campaña de las elecciones generales, ya "pululaban" por la agrupación y terminaron adheridos al nuevo partido de los "neocomunistas", como él les llamaba.
Andrés Bonilla siguió como comunista militando en la UGT, y en El Socialista del 29 de junio de 1921 se informaba de la Directiva del Ramo de la Construcción (UGT) -donde estaban asociados los albañiles, pintores, cerrajeros y similares- presidida por el albañil José Martínez Pérez, y en ella se encontraba, como vocal, el cerrajero Andrés Bonilla. Poco después, en el mismo periódico socialista del 3 de noviembre de 1921, días antes de la fusión del PCOE con el Partido Comunista Español para formar el definitivo Partido Comunista de España (PCE), se informaba de la nueva directiva de la Sociedad de Metalúrgicos de Jerez, y Andrés Bonilla fue elegido secretario 2º de la sociedad, siendo su presidente Cristóbal Pérez. Los comunistas seguían formando parte de las sociedades adheridas a la UGT, aisladamente o formando grupos comunistas en las mismas. Aún no se había producido la expulsión de los comunistas en las sociedades ugetistas; habría que esperar poco más de un año para asistir a ese traumático suceso.
Sin embargo, el primer comunista jerezano del que se tienen noticias, meses antes de lo expuesto, será Juan Máximo Salazar.
Juan Máximo era un obrero tipógrafo que desde muy joven se afilió al Partido Socialista y a la Sociedad de Artes Gráficas, ostentando en esta última distintos cargos directivos desde que en 1919, con 20 años cumplidos, ya fuera su Secretario. De personalidad muy inquieta, no solo será uno de los principales fundadores de la Colonia Escolar Obrera Jerezana, sino que conseguirá el importante puesto de Secretario de la Agrupación Socialista de Jerez desde enero de 1920 hasta que abandonó el PSOE en abril de 1921. Además de comunista, al igual que Bonilla, siguió siendo un destacado tipógrafo ugetista y en enero de 1922, según nota aparecida en El Socialista, Juan Máximo se convertía en el Vicepresidente de la Sociedad de Artes Gráficas de Jerez, siendo entonces presidente Francisco Carrascal Béjar.
La colección del semanario La Antorcha -órgano central del PCE, cuyo n.º 1 vio la luz el 2 de diciembre de 1921- está muy incompleta y faltan más de 12 ejemplares de los primeros cinco meses de existencia del nuevo Partido, pero en varios números desde el 1 de mayo de 1922 se podrán leer tres artículos de Máximo, que entonces residía en Sevilla, no sabemos si por trabajo, por necesidades militantes de su partido, e incluso terminando el servicio militar en algún Regimiento acuartelado en Sevilla. No hace falta explicar la importancia de estas colaboraciones, y comprender que Juan Máximo no se trataba de un simple "camarada" más.
Otro jerezano en esos primeros momentos será Jose Caballero, que en el ejemplar del 30 de junio de 1922 del semanario comunista va a aparecer en una lista de la Suscripción Pro-Presos, donando 4 pesetas. La misma cantidad, que era muy superior a lo usual, donaba a la "caja central de presos y perseguidos" tres semanas después, en cuya lista también aparecía Juan M. Salazar, que colaboraba con 0,95 pesetas. Todavía en 1926 José Caballero -que sin el segundo apellido es imposible identificarlo- seguirá colaborando desde Jerez en diversas suscripciones promovidas por 'La Antorcha' y enviando giros por la venta de prensa comunista.
Sigamos con Juan Máximo. El Congreso constitutivo de la Federación Comunista de Andalucía se inauguró el 28 de septiembre de 1922 en el local de la Sociedad de Cigarreras 'Nicot' de Sevilla, y la localidad de Jerez estuvo representada en el mismo, aunque su delegado no fue ningún jerezano conocido. Lo más llamativo de todo es que allí se leyeron dos comunicaciones dirigidas al Congreso: una de la influyente y numerosa Federación Comunista Asturiana, y la otra fue "¡del camarada Juan Máximo Salazar!" No se conoce en calidad de qué leyó dicha comunicación. Máximo residía en Sevilla, y militaba en la Agrupación Comunista de la localidad, conociéndose que fue nombrado en la Junta General que celebraron el 10 de febrero de 1923 miembro de una Comisión para constituir y organizar la Juventud Comunista de Sevilla, cargo que desempeñó hasta que a finales de ese año cumplió los 25 años y dejó por edad las Juventudes Comunistas. De hecho, cuando Torralva Beci volvió a Sevilla después de fundar la Agrupación Comunista de Jerez, organizó en solitario el mitin pro-presos, y allí, en el patio de la calle Socorro n.º 11 donde tenía la sede el PCE de Sevilla, el primero en intervenir fue Juan Máximo "en representación de las Juventudes Comunistas".
Otro comunista jerezano que se trasladó a vivir a Sevilla y que allí formó parte del Comité Regional en 1926, es el desconocido hasta este momento Manuel Valenzuela. Manuel Valenzuela Carribero, natural de Jerez, vecino de la antigua plaza Domecq en el barrio del Salvador, tipógrafo de profesión, siendo un joven de 25 años de edad se convertirá en el mes de enero de 1923 en el presidente de las Sociedad de Artes Gráficas de Jerez, y en agosto de ese año, uno de los obreros vocales de la Junta de Reformas Sociales de Jerez.
Y por último, para completar el cuadro de estos primeros comunistas de la provincia de Cádiz, hay que nombrar al más joven de ellos, pero el que más alto llegó en el dirección del PCE hasta convertirse en Secretario de Organización del CC en 1932, al obrero metalúrgico jerezano Manuel Hurtado Benítez, que con solo 19 años, tras salir de prisión, se marchó a Madrid y allí formó parte, como Secretario 2º, del Comité Central de las Juventudes Comunistas que surgió de la Primera Conferencia celebrada en Madrid en diciembre de 1921. Años más tarde, perteneció también algunas temporadas al Comité Regional del PCE en Sevilla.
Lo que viene a continuación, y para finalizar, es muy significativo. En La Antorcha del 22 de junio de 1923, quince días antes de la celebración del II Congreso del PCE -prevista su apertura para el domingo 8 de julio- Ramón Lamoneda, como Secretario de Interior del Comité Central, publicaba en primera plana el Orden del día del Congreso y las propuestas presentadas para debatir en cada punto. La Agrupación de Jerez de la Frontera, junto con la de Castellón, fue la más participativa, presentando tres propuestas. Es curioso que la presentada al Punto 8º del Orden del Día del Congreso: "Tareas inmediatas políticas y de organización del partido": Que el Congreso estudie la forma de hacer una intensa campaña por Cataluña y por Andalucía y procure mandar a un compañero estable al Comité Regional de Sevilla, por considerar que en esta región no tenemos ningún camarada apto para la propaganda; coincide plenamente con lo expresado por Máximo Salazar en uno de los artículos previos al Congreso que publicó 'La Antorcha'.
Tanto Máximo, que en la Dictadura de Primo de Rivera firmará con dos seudónimos, como Bonilla, serán autores de varias colaboraciones en el semanario comunista, lo cual debe resaltarse y considerarse como un hecho muy significativo.
Creo que queda demostrada en los párrafos precedentes la calidad de la militancia comunista de Jerez en estos primeros años de la historia del Partido Comunista de España, y que aunque la represión, el exilio y los duros avatares de la clandestinidad, la hicieron pronto desaparecer de la ciudad, dejando a El Puerto de Santa María y a Daniel Ortega como centro neurálgico del comunismo gaditano, su huella quedó latente hasta la llegada de la Segunda República, momento en que regresó Andrés Bonilla de su exilio francés, y se sumó a la labor que había realizado su gran amigo Daniel Ortega durante su ausencia. De hecho, en la candidatura del partido para las elecciones constituyentes de junio de 1931, parecía que el tiempo se había detenido, y por la circunscripción de Cádiz, además de varios dirigentes nacionales como José Bullejos o Manuel Adame, ahí estaban Daniel Ortega, y los dos jerezanos Andrés Bonilla y Manuel Hurtado. No era ninguna casualidad.